lunes, 31 de diciembre de 2012

Cartel 2013: La España de siempre

"La España de siempre: entre negra y cañí" es el lema sugerido por el novelante que ha propuesto comentar La corte de los milagros, de Valle Inclán. Ahora que los políticos han decidido agitar el coctel España (autonomías, naciones históricas, café para todos, federalismo, autodeteminación), lo tomamos como título del cartel 2013, de acentuado sabor local. ¡Feliz año novelante!

  • 08/01 Memorias felinas: Soy un gato, Natsume Soseki
  • 12/02 ¿Retrato de un héroe?: El corazón de las tinieblas, Joseph Conrad
  • 12/03 Ojos de gato: Ciudad de ilusiones, Ursula K. Le Guin
  • 09/04 La Barcelona invisible: Paseos con mi madre, Javier Pérez Andújar
  • 14/05 Entre negra y cañí: La corte de los milagros, Ramón M. Valle Inclán
  • 11/06 Chica rica, chico pobre: Goodbye, Columbus, Philip Roth
  • 09/07 El mejor western, un cómic: Fort Apache, una aventura del Teniente Blueberry, J. M. Charlier y J. Giraud
  • 10/09 Episodios nacionales: Trafalgar, Benito Pérez Galdós
  • 08/10 Sentimientos o razón: Tiempos difíciles, Charles Dickens
  • 12/11 Desolación: Guerrillas, V. S. Naipaul
  • 10/12 ¡De vuelta!: El enredo de la bolsa y la vida, Eduardo Mendoza

Sobre el 13 de noviembre: Fernando Vallejo



Escritor, biólogo, gramático, cineasta… En la sesión dedicada a La virgen de los sicarios, descubrimos las muchas caras de Fernando Vallejo. Su Colombia, y su visión del mundo, dieron mucho que hablar.

Eminencia
“Es una eminencia, además de escribir, es biólogo, gramático, cineasta… Como biólogo, ha criticado la teoría darwinista, pero no desde el creacionismo, sino que ha refutado la idea de la influencia del ambiente sobre las especies, entiende que no hay una evolución hacia mejor. Y en esta novela ofrece una visión muy descarnada de Colombia, pero también de la especie humana, pocas veces he visto tanto en tan pocas páginas, es una buena introducción a su obra, no forma parte de su ciclo autobiográfico”
“Pues a mí me parece que refleja mucho de lo que ha vivido. Es evidente que lo que cuenta lo ha mamado. En cuanto a la denuncia, era necesaria, en cuanto al estilo, no me ha parecido innovador”
“No lo es, a mí me gusta su estilo seco. Otra de las cosas que más me gusta es que critica mucho el fútbol, demostrando la vigencia del ‘pan y circo’. Y no deja de ser curioso que un ateo como él demuestre conocer todas las iglesias de Medellín”
Breve en apariencia
“A mí me gustó sobre todo el final, cuando descubre que se ha enrollado con el asesino de su amante”
“A mí me pasó que pensé ‘por qué no se va’ y justo cuando lo estaba pensando decide irse, eso me gustó”
“Yo encuentro que se repite, pero como no es largo, se puede leer, no cansa”
Estilo y personajes
“Es una novela breve, pero se podría ir diseccionando cada uno de sus latigazos. Resume toda su visión de la vida en 120 páginas y lo hace francamente bien”
“Tiene la capacidad de que parezca un desahogo, pero está muy trabajado”
“Exacto, parece poco trabajado pero es todo lo contrario y lo consigue porque tiene mucho talento”
“A mí me gusta su capacidad para implicar al lector en la jerga, es muy hábil, se le nota que es gramático”
“Su tratado Logoi: una gramática del lenguaje literario es notable. Es un escritor que a través del lenguaje hace un repaso de la literatura mundial”
“El personaje del difunto, para mí que está desaprovechado”
“Cumple una función simbólica, de eterno retorno”
“Salvando las distancias, me ha recordado el infierno de Dante, es una travesía”

martes, 4 de diciembre de 2012

11 de diciembre: Maneras de vivir

Joan Francesc Mira es una figura poco conocida en el ámbito internacional pero muy importante en las letras catalanas. Filosofo y antropólogo, historiador especialista en temas de la historia de Grecia y Roma, es además Premi d’Honor de les Lletres Catalanes. Ha publicado como antropólogo la Crítica de la Nación Pura y ha traducido al catalán algunas obras canónicas como la Divina Comedia; como escritor de novelas, se le considera un hito en la prosa valenciana del postfranquismo.
La obra que comentamos este mes es parte de una trilogía aún inacabada. El primer tomo, Els treballs perduts, está ambientado en los barrios más antiguos de la Valencia actual y desarrolla un paralelismo entre los problemas del protagonista y los trabajos de Hercules, con múltiples referencias a la antigüedad grecorromana. El segundo tomo de la trilogía es Purgatori, que se desarrolla en la Valencia del Ensanche, construida en el siglo XIX, y presenta un problema casi medieval entre dos maneras de entender la vida: la del hermano modesto e inquieto por lo que para él son los problemas esenciales de la vida y el hermano sólo preocupado en vivir la vida en el lujo y centrado en su propia autosatisfacción. El tercer libro de la trilogía aún no ha sido publicado, pero el autor ha dicho que estaría ambientado en la Valencia ultramoderna y plantearía problemas similares a los que se tratan en los inicios de la modernidad (cogiendo como modelo la Ilustración, principalmente).
En Purgatori, el autor mezcla las descripciones de los ambientes urbanos, que aquí son esenciales, con la de los estados anímicos de los personajes y con los problemas filosóficos. Buen ejemplo de ello es el siguiente párrafo:
Pere Sorell digué que havia de descansar uns minuts, caminar a penes uns pocs centenars de metres ja el fatigava i van seure en un esglaó de l’extensa escalinata de l’estació d’autobusos, de cara a l’antic riu i a la ciutat fundada en la seua vora dreta i d'esquena a la lletjor de l’edifici públic d'arcades de ciment envellides i brutes. Asseguts, van parlar, més el malalt que el metge, que la visió que els viatgers d’autobús troben quan arriben a València per aquesta estació i baixen per aquestes escales. Salvador mateix hi havia vingut alguna volta amb el cotxe de línia de Vallalta quan n’hi havia, ara ja no n’hi ha perquè ja no es rendible, i el malalt es va preguntar de quina vila o ciutat d’aquest regne i país de València devien haver desembarcat aquestes parelletes d’adolescents que seuen també en els graons de l’escalinata amb les motxilles encara a l’esquena o entre les cames obertes i miren com ells el panorama urbà tallat per l’ample curs del Túria entre dos murs de pedra de tres o quatre o cinc segles perfectament tallada i rematada, l’obra de Murs e Valls era més d’una llegua de riu, més de sis quilometres, li recorda Pere Sorell, quan cap ciutat d’Europa no havia fet pels seus rius d’aigua abundant una doble muralla de pedra tan perfecta com aquesta va fer per al seu riu sense aigua regular, i a mes no riu central sinó tangent, un riu com una vall o fosat, i ara Salvador Donat i el seu company ocasional contemplaven el trànsit incessant de cotxes en aquesta banda del mur: fa temps que es va acabar el silenci dels carrers en Dijous Sant i quin sap on va tanta gent aquesta vesprada o que venen a fer a València tots aquests viatgers que incessantment baixen les escales (...) I així van passar uns minuts més contemplant el llit del riu esdevingut espai d’esports, pistes de ciment i camps de gespa, i a l’altra banda els arbres d’un dels jardins botànics més antics i precoços del món i parlant de l’edifici lúgubre de l’Associació Valenciana de Caritat, a la vora del riu i tocant el Botànic, que es una construcció allargada i sinistra que a ell li recordava el degollador municipal per on havia passat no molts dies abans conduït per Salvador Llorens cap a La Fe, el mateix color i la mateixa classe d’obra i de rajola, com la presó de dones i la presó model, no tant monumental però més trist encara; a la porta es veien figures dretes contra el mur quietes de cara al riu i a l’últim sol de ponent de Dijous Sant, Ubi Caritas et Amor, segurament allà no hi havia amor ni els rentaven els peus però almenys cada dia reparteixen menjar de calent i Pere Sorell comenta que no son pocs, son moltissims de desemparats eventuals i permanents (...) i allà havia conegut joves malalts amb la seua mateixa malaltia que s’estimaven més aquest aixopluc precari que entrar en un hospital, segurament perquè La Fe els obliga mentre la Caritat els deixa lliures. Ja tornava a jugar amb les paraules.
Joan Francesc Mira, Purgatori
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lunes, 3 de diciembre de 2012

Sobre el 9 de octubre: Carmen Martín Gaite



Una vez más, el escritor que quedó sin defensa porque faltó quien lo propuso salió vapuleado de la reunión. Esperamos que alguno de los muchos amantes de la obra de Carmen Martín Gaite, entre los que sabemos que se encuentran varios novelantes, la defiendan en comentarios a esta entrada sobre la lectura de octubre: la novela epistolar Nubosidad variable.

Decepcionante
“Se me ha hecho largo”
“A mí también, y aburrido”
“Me cuesta encontrarle cosas buenas, me ha decepcionado, es una escritora con prestigio”
“Hay pocas autoras españolas que sean buenas”
“Yo iba predispuesto en contra porque hace años intenté leer Entre visillos y no me gustó”
“Al principio sí que me gustó”
“Pues la primera frase es horrible, yo la leo en una librería y no me compro el libro”
Espejo roto
“Uno de los personajes dice que escribir es juntar fragmentos de un espejo roto y a mí me parece que esa es la técnica de la autora”
“Para mí que este es un libro esencialmente femenino”
“Yo creo que el problema de que no te haya llegado no es porque sea femenino”
“Le da muchas vueltas y hay mucha reflexión vacía, podría haberla hecho mucho más corta”
“Más que reflexión vacía, intrascendente”
“Para mí no que no os ha llegado porque no habéis vivido nada parecido, yo he tenido una amistad similar y, aunque el libro no me ha gustado, me he sentido identificada”

Psiquiatría
“Encuentro mejor descrito el problema de Sofía con su marido que la parte de la psiquiatra”
“Esa parte es increíble. No me creo ninguno de los personajes masculinos de la novela, pero en particular su amante pintor, Manolo Reina, me parece construido a base de tópicos, lo encuentro risible”
“Esta autora debe de tener algo contra los psicólogos, porque el personaje acaba como un cencerro”
“Las situaciones son muy poco creíbles”
“A mí no me parece que se haya documentado sobre psiquiatría y psicología”
Costumbrismo
“A mí me gusta la parte costumbrista
“Siempre intenta establecer el marco espacial, la técnica la recuerdan las amigas en una de las cartas”
“Esta autora lo tiene como algo básico y hace un trabajo correcto, es un punto fuerte de la novela”

lunes, 12 de noviembre de 2012

13 de noviembre: Desesperanza

Tras visitar, el año pasado, la Colombia de opereta de El amor en los tiempos del cólera de García Márquez, decidimos sumergirnos este año en la real, la de Fernando Vallejo. ¿Por qué comparar a escritores tan diferentes? No hemos sido los únicos.
La virgen de los sicarios, nuestra novela de noviembre, ha sido comentada juntamente con Noticia de un secuestro, de García Márquez, por intentar ambas obras reflejar la Colombia del narcotráfico y el cártel de Medellín. La virgen de los sicarios se ambienta en el momento de la muerte del narcotraficante Pablo Escobar a manos de la policía, que deja a los sicarios como perro sin amo.
La profesora colombiana Elsy Rosas Crespo contrapone los muy distintos estilos de escritura de ambos escritores: “El narrador de La virgen de los sicarios, a diferencia del de Cien años de soledad, es un crítico severo que se expresa sin titubeos y no se esfuerza por cautivar al lector. Mientras que en la novela de García Márquez los problemas son expresados a través de la voz de los personajes y la reflexión surge a partir de la lectura, es decir que la actitud crítica debe ser descubierta e interpretada por el lector, en la de Fernando Vallejo el narrador evalúa acciones y actitudes propias y ajenas, la mayoría de las veces de forma bastante agresiva, sin ningún tipo de consideración ni siquiera con él mismo.”
Por estos lares, Antonio Torres cita a la crítica Erna Von Der Walde para expresar que la fuerza de La virgen de los sicarios radica fundamentalmente en la operación de lenguaje y que el lenguaje trata de transmitir lo difícilmente comunicable. Torres presenta a los narradores de Vallejo como trasuntos del escritor, “una figura transgresora, brutal, furibunda, airada, iconoclasta, irreverente, nihilista, consciente de vivir en una sociedad desahuciada, que también rompe con la tradición literaria del narrador omnisciente de tercera persona, que todo lo sabe, que todo lo puede ver, que es ubicuo”.
Según Rosas, “En La virgen de los sicarios no sólo el narrador y los personajes comparten el mismo idiolecto sino que, además, se involucra al lector. El lector -real e implícito- aprende la lengua del narrador -que también está aprendiendo la de los sicarios- y debe aceptar las agresiones que este le dirige”. Como ejemplo, ofrece un fragmento de la primera página de la novela, en la que el narrador primero informa al lector, después lo interroga, luego lo desprecia y, finalmente, como hace siempre, le explica:
Un rombo de ciento veinte pliegos inmenso, rojo, rojo, rojo para que resaltara sobre el cielo azul. El tamaño no me lo van a creer, ¡pero qué saben ustedes de globos! ¿saben qué son? Son rombos o cruces o esferas hechos de papel china deleznable, y por dentro llevan una candileja encendida que los llena de humo para que suban. El humo es como quien dice su alma, y la candileja el corazón.
Este es el fragmento de la novela que os dejamos como invitación para la lectura de un libro que muchos habréis conocido por la reputada película de Barbet Schroeder estrenada en el 2000.


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Sobre el 18 de septiembre: Kirmen Uribe


Una vez más la lectura del mes, Bilbao-New York-Bilbao, de Kirmen Uribe, concitó desconcierto novelante, pues venía con una cierta garantía: el premio nacional de narrativa, que algunos encontraron inexplicable.

Deshilvanado
“Me parece bien escrito y me ha quedado claro que lo que quiere es hablar sobre la identidad vasca, pero como no hay unidad argumental se me ha hecho difícil seguirlo”
“Yo no lo he leído, solo algunos fragmentos y me ha parecido que es un libro de anécdotas de prosa muy liviana”
“Me ha gustado más que me ha disgustado, pero reconozco que no es redondo”
“Se hace un lío, tiene muchos conceptos en la cabeza y no los sabe hilvanar”
“Es que lo quiere hacer muy experimental”
“Un libro así requeriría mucho talento, en cine es más fácil, al estilo de Robert Altman”
“Cita Las meninas de Velázquez, para explicar cómo hablar de lo que te rodea sin que salga uno mismo, ¡pero él no para de salir!”
Un título intrigante
“A mí me llamó la atención el título, ¿qué tiene que ver Nueva York con Bilbao?
“El diario del hijo de Bastida es una parte que me gustó mucho”
“A mí me sobra la parte del avión, la encontré artificial”
“Nada de lo que cuenta es importante, no hay conflictos, quizá eso es lo que hace que no enganche”
“Sí, y te plantea algo intrigante, como el comentario que le hacen de que sus abuelos eran buenas personas, pero luego no vuelve sobre ello, es frustrante”
“Los diálogos son artificiales”
“Yo creo que recorta de manera que queda artificial”
“Pues para mí que se los inventa al menos la parte del avión”
“Las buenas críticas me parecen exageradas”
“Cuanto más ves, más te convences de que en la literatura todo es pasillo”
Pesca, poesía y falta de empatía
“A mí me ha interesado lo que cuenta de la pesca, porque me gusta mucho todo lo que tiene que ver con el mar”
“Pero no hay pasión al respecto, no te habla de cómo se pesca, ni antes ni ahora, probablemente porque no lo sabe. Es un filón desaprovechado”
“Yo diría que es una novela de filones desaprovechados, seguramente es deliberado”
“A ver, es poeta, se trata de sugerir”
“A veces el afán poético es forzado”
“A mí me sorprende que sea poeta, hay mucha distancia, no provoca empatía”

miércoles, 3 de octubre de 2012

9 de octubre: Amigas para siempre

Una adolescencia compartida recordada desde la edad madura por dos amigas destinadas a reencontrarse. Ya iba siendo hora de comentar una novela epistolar y nos hemos decidido por una de nuestras clásicas contemporáneas: Carmen Martín Gaite. Nubosidad variable, publicada en 1992, supuso el retorno a la novela de su autora después de 14 años dedicados al ensayo, y escogió para volver su temática favorita: la remembraza.
Durante esos años, “el credo literario de la autora no ha variado sustancialmente pero se ha visto enriquecido con una técnica que acota y fija de forma maestra todo el mundo de significaciones que se proyecta”, afirma el filólogo Antonio Torres, en un estudio sobre la técnica narrativa de la novela: “Unos mismos acontecimientos son evocados según el punto de vista de varios personajes que están dentro de la historia, y no solo de varios personajes, sino de los diferentes focos de las protagonistas niñas y adultas. Narrador y personaje coinciden con las dos focalizaciones básicas. Su punto de vista es el que rige el relato, con sus limitaciones, sus ignorancias momentáneas y su voluntad a la hora de contar al lector un hecho con mayor o menor exhaustividad y por entero o solo en parte.”
Recuerdos, de un lado, y amistad de otro. La también filóloga Carmen Servén se centra  en aquello que las protagonistas comparten: un código privado que, en una reunión causal, las hace sentirse unidas después de décadas de separación, y las lecturas que disfrutaron juntas en su apasionada juventud y en solitario durante su difícil madurez: Bécquer y Jorge Manrique, Faulkner, Flaubert, Ruth Rendell y Patricia Highsmith, Katherine Mansfield, Edgar Allan Poe, Eça de Queiroz, Jardiel Poncela, los sonetos de Garcilaso y Petrarca, Baudelaire, Shakespeare... y hasta los cuentos de hadas.
Si tú escribes con tu caligrafía inconfundible, después de tantos años sin recibir una carta tuya: «Siga usted, señorita Montalvo, siga siempre», ya es distinto. La palabra «siempre» recupera poderes de talismán, levanta la tapa del ataúd donde yacía la Bella Durmiente, y a la señorita Montalvo y a mí, que ahora me llamo señora de Luque, nos vuelve al unísono el color a las mejillas. Fíjate, aun en el caso de que nuestro viejo profesor se hubiera muerto, que bien pudiera ser, sus palabras, sólo por traérmelas a la memoria ahora tú, se abren camino entre la maleza que ocultaba el castillo de la Bella Durmiente a la vista de los profanos, y me llegan tan directamente a espabilar el corazón y los sentidos como las de nuestra conversación del otro día, la cual también, por cierto, estaba languideciendo y volviéndose discutible y borrosa sin tu concurso. Es decir, que la liebre en el erial empezaba a vivir de respiración asistida, igual que nuestros años de instituto, Guillermo y el reloj que había al final de tu pasillo de la calle de Serrano. Precisamente llevaba varios días preguntándome: «¿Pero vi a Mariana de verdad? ¿Y ella a mí? ¿Y qué vería al mirarme, si nos vimos? ¿Será verdad que me mandó escribir?» En cambio ahora, sé seguro que no lo he inventado, porque me mandas un plano de la habitación desde la que acusas recibo de mis deberes y me pides que siga, porque me cuentas lo que te dije en el cóctel, y porque te acuerdas hasta del color del traje que llevaba puesto en mi casa aquella tarde de junio en que yo empezaba a sufrir por causa de Guillermo, antes de que te fueras a vivir a Barcelona y dejara de verte ya del todo, un vestido rojo, sí, de escote cuadrado, me lo trajo mi madrina de París. Como de cuento de hadas, ¿verdad? Luego te contaré ese cuento del traje rojo si viene al caso, aunque de repente son tantas las historias que se me agolpan pidiendo turno para salir a flote que no sé por dónde voy a empezar. De momento me limito a disfrutar de tu carta y sumergirme en sus «¿te acuerdas?», como si me dejara besar por el sol después de un largo invierno.
No nos damos cuenta, Mariana, de lo maravilloso que es poderle preguntar a alguien: «¿Te acuerdas?», y notar que sí, que se acuerda. 
Carmen Martín Gaite, Nubosidad variable

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lunes, 24 de septiembre de 2012

Sobre el 10 de julio: Paco Roca


La sesión anual dedicada al cómic dio mucho de sí. ¿El secreto? Paco Roca y una obra coral que retrata una época y habla de más cosas de lo que parece. El invierno del dibujante dio pie a nuestro pasado reciente, a la triste actualidad, a nuestra niñez...

Gran escritor
“Acaban de estrenar la peli de Arrugas, va a cómic por año y parece que ha publicado todo lo que ha escrito”
“Que hoy en día un dibujante se dedique a tiempo completo al cómic significa que está bien relacionado”
“Hombre, también será que lo hace bien”
“Narrativamente es de lo mejor que hay en este país, sabe contar historias”
“Es un gran escritor”

Obra coral
“Es una obra coral, define a los personajes en un plano secuencia, siempre en reuniones”
“A pesar de ser planos secuencia, tienen mucho ritmo por la forma de narrar”
“Eso es muy difícil de hacer, muy poca gente sabe”
“Es efectivo”
“No efectista, los efectismos gráficos del estilo de Craig Thompson no le van, es todo lo contrario”
“Los diálogos definen a los personajes”
“Ves los tipos de profesionales, los tipos de vocación, los que se atreven a rebelarse… el que disfruta, el que se amarga…”
“La figura de González se dibuja con muchos matices, aquí es paternalista, no es como en El gran Vázquez
“Para mí es el protagonista de esta novela. Pero incluso un personaje que aparece tangencialmente, como Vázquez, me parece mejor retratado que en esa película”
“Muchos dibujantes tienden a mirarse el ombligo, este no, se pone en la piel de los personajes”

Buen dibujante
“Cómo define un personaje con cuatro trazos sin que sea una caricatura demuestra que es un buen dibujante”
“La construcción del personaje también se ve en su diseño, en cómo lo dibuja”
“Y está bien documentado”
“A mí me gusta el uso narrativo de los colores”
“Y cómo abre cada parte, con una ilustración de los lugares de Barcelona donde se reunían los dibujantes de Bruguera”
“Creo que lo hace imprimiendo en azul una foto y dibujando encima”
“¡Eso es trampa!”
“Hoy en día lo hace todo el mundo”
“Photoshop ha hecho mucho daño”

Recordando la Bruguera
“Este cómic es una reafirmación, porque quién tiene los huevos de hacer una historia tan de dibujantes, de profesionales que se rebelan”
“Es una manera de contar las ansias de libertad del momento, el trasfondo político se ve más en la historia que publicó luego en El País como segunda parte de esta”
“Cuenta historias que a nadie se le hubieran ocurrido o con un enfoque original, es un contador de historias”
“Bruguera merecía esta historia”
“Fue inmensa, llegó a vender un millón de ejemplares de cada revista”
“Se hacía competencia a sí misma”
Trinca fue un intento serio de lanzar una revista al estilo de Pilote, con apoyo de la dictadura, para demostrar que aquí se podía publicar cómic serio, pero, cuando se acabaron las subvenciones, se acabó la revista”
 “Cuando cerró Bruguera los dibujantes se fueron a Grijalbo y publicaban trasuntos de sus personajes con otros nombres, pero no duró”
“Y a mí que de joven me aburrió y que cuando salió Zona 84 me dije ‘esto sí que mola’ y ahora me pasa al revés…”

domingo, 9 de septiembre de 2012

18 de septiembre: Intrahistorias

Escribir unas memorias antes de llegar a los cuarenta… Fenómeno en alza. Si Piqué lo hizo, por qué no un consagrado poeta. Sin embargo, en el caso de Kirmen Uribe no se trata de una autobiografía, sino de rescatar los recuerdos de tres generaciones de su familia, mientras reflexiona sobre el reto narrativo que afronta. Es esa una más de las peculiaridades de Bilbao-New York-Bilbao, "una novela que arriesga mucho porque quiere buscar nuevas formas de contar", según su autor.
La obra se alzó con el Premio Nacional de Narrativa 2009 (un año antes había recibido el Premio de la Crítica de Narrativa en euskera) y será publicada en breve en ruso, búlgaro y georgiano; con esas lenguas, los idiomas en los que ha sido traducida supera la decena, tal como se anuncia en el blog del autor, desde el que puede acceder al vídeo de presentación de la novela que el autor preparó junto con sus protagonistas, su familia, inspirándose en el cuadro En la romería, de Aurelio Arteta, leitmotiv de Bilbao-New York-Bilbao. Así que Kirmen Uribe nos sirve en bandeja nuestro fragmento (en vasco subtitulado al castellano):
 

Más sobre Uribe en:
  • Blog de Kirmen Uribe. Noticias, fotografías, una pequeña antología del trabajo del autor: poemas, reflexiones y artículos, ficción… y algunas entrevistas en prensa.

lunes, 27 de agosto de 2012

Sobre el 15 de junio: Atiq Rahimi


En el comentario de Tierra y cenizas, novela sobre el conflicto ruso-afgano, nos faltó contexto, se trata de una obra muy corta, con apenas cuatro personajes, y la guerra en sí apenas se trata, así que hablamos del estilo elegido por Atiq Rahimi para escribir una opera prima que tuvo un notable éxito cuando se publicó, allá por los noventa.

Llamativa y visual
“No me extraña que alcanzara notoriedad en su momento. Es fácil llamar la atención cuando publicas en Francia escribiendo en afgano sobre un conflicto que está en las noticias”
“Parece un tipo listo, que se encontró en el sitio adecuado en el momento preciso”
“Su aspecto es parisino, parece vivir de su imagen”
“Es una historia corta, muy fácil de leer”
“Es visual, encuentro lógico que el propio escritor se convirtiera en director de la película basada en la novela”
“A mí me costó entender cosas que cuenta, falta contexto sobre la guerra”

Segunda persona

“Me ha llamado la atención que esté escrita en segunda persona”
“La primera y tercera persona alejan, mientras que la segunda acerca, es un  recurso llamativo, que da tensión al relato, pero que en narraciones largas no se sostiene. En este caso se aguanta porque es un libro corto”
“Escribe con muy pocos adjetivos”
“Más que pocos adjetivos, se trata de un relato construido a base de frases cortas”
“Así es más impactante, también por eso es tan corto”

Simbolismo
“A mí lo que más me ha gustado es cómo narra los sueños”
“Es lógico pues su simbolismo se aleja de lo occidental y llama la atención, además los sueños hacen más rica la narración, permiten cambiar de escenario”
“Es verdad, hay muy pocos escenarios y, dentro de que los sueños también son duros, te permiten escapar. Esta novela me recuerda a las películas iranís, tan tristes y tan lentas”
“Hay una referencia continua al polvo, da sensación de opresión”
“Como elemento narrativo, a mí no ha llamado tanto la atención el polvo como las continuas referencias al pañuelo de su mujer, que da inicio al relato y lo cierra, y ha de ser importante para el personaje porque es lo único que le queda de su casa”

Conflicto íntimo
“La figura del niño permite contar el drama de la guerra desde un punto de vista infantil”
“Es una historia descorazonadora, el abuelo lo pierde todo y al final del libro no inicia una vida nueva sino que acaba todo para él”
“Es un personaje muy bien construido”
“Me llama la atención que lo más le preocupe es que su nuera haya muerto desnuda”
“Según los preceptos del islam las mujeres deben cubrirse especialmente ante sus parientes, para ellos es denigrante ver familiares desnudas”
“Pues a mí lo que me llama la atención es su humildad y generosidad, ha vivido un gran drama y su mayor preocupación es que pueda molestar a su hijo por ir a contarle que lo ha perdido todo”
“Y también su inquietud cuando deja a su nieto”
“Concuerda con el final, que es cuando desaparece, ya ha dejado a su nieto y luego deja a su hijo”
“A mí no me queda esa sensación de fin de vida del abuelo, me parece muy duro cómo rompe lazos con su hijo, cuando la novela parecía estar hablando sobre la guerra y acaba hablando de un conflicto familiar, pero yo creo que vuelve con su nieto y rehace su vida ocupándose de él”

martes, 3 de julio de 2012

10 de julio: Recordando la Bruguera

“Me considero uno de esos privilegiados que ha conseguido vivir de su sueño infantil. Desde pequeño quería trabajar dibujando”. Y siendo ya un autor consagrado, Paco Roca decidió homenajear a los artistas que alimentaron aquel sueño con El invierno del dibujante: “Los tebeos de la editorial Bruguera fueron los que me hicieron empezar a amar los cómics y como muchos de mi generación, de las anteriores y de las posteriores, crecí con todos sus personajes: Capitán Trueno, Mortadelo, Zipi y Zape, Anacleto... Desde pequeño me preguntaba qué había detrás de ellos, cómo eran sus creadores, cómo trabajaban y cómo era aquella editorial.”
El cómic que comentaremos en la sesión de julio de Novelantes narra la salida de los autores estrella de “la Bruguera” para fundar, en 1957, su propia revista: Tío Vivo. Aquellos cinco héroes de la historieta –Carlos Conti, Guillermo Cifré, Josep Escobar, Eugenio Giner y José Peñarroya– no son, sin embargo, los únicos protagonistas de esta historia, que cuenta bastante más de las entretelas de la editorial y traza, en un par de viñetas, un retrato más agudo de otro de sus dibujantes, El gran Vázquez, que el biopic sobre el artista protagonizado por Santiago Segura.
La lista es larga: Rafael González, Víctor Mora, Armonía Rodríguez, Segura, Nadal, los hermanos Bruguera, Bernet, Ledesma, Ibáñez, Raf, Nené... Y el esfuerzo de documentación, intenso: “Unir los trozos de la historia a partir de los recuerdos de dibujantes y demás personas relacionadas con la editorial para intentar ser lo más fiel posible a los hechos ha sido la parte más complicada de este álbum, pero también la más apasionante”, afirma Roca en la presentación del cómic del sitio web de la editorial, Astiberri.
Antoni Guiral, crítico, editor y guionista de cómic, destaca en el prólogo de la obra ese trabajo de documentación en tanto que es una de las “poquísimas aproximaciones a esta historia, a la de los historietistas y sus vivencias. Paco Roca la ha hecho con cariño y respeto, pero también con verismo y coherencia  […] No todo es bonito, pero la verdad es a veces dolorosa”. Pues no en vano, esta novela gráfica se ambienta en la dictadura de Franco y el afán de libertad de los dibujantes que intentaron independizarse de la Bruguera es una metáfora de la rebeldía frente a la opresión.
También es larga la lista de premios cosechados por El invierno del dibujante, que vinieron a sumarse al Premio Nacional del Cómic –y otros reconocimientos internacionales– que Roca logró años antes con Arrugas, una novela gráfica que reflexiona sobre el Alzheimer en forma de conmovedora historia de amistad entre dos ancianos, estrenada como película en enero de este mismo año:




Más sobre Roca en:
  • Sitio oficial de Paco Roca. Además de bocetos y material extra sobre El invierno del dibujante y otras obras, en el apartado descargas está disponible la que podría considerarse su segunda parte, La navidad del dibujante, publicada en el especial de Navidad 2010 de El País.

lunes, 18 de junio de 2012

Sobre el 8 de mayo: Herman Hesse

(c) Gret Widmann

Sobre la sesión dedicada a Herman Hesse planeó la sombra de la duda: de toda su obra, ¿por qué escoger En el balneario? La novelante que la propuso no estaba allí para aclararlo así que nos quedamos con la intriga y esperamos que algún día nos lo desvele, ¿quizá en un comentario a esta entrada? Dado que no tuvo quien la defendiera, la discusión sobre la lectura del día no se prolongó demasiado: una nueva novelante (¡bienvenida!) se había traído bajo el brazo David Copperfield y pronto abandonamos el Baden de Hesse, Dickens pudo más.

Divertimento
“Es un libro menor para lo que es Hesse, que a mí me parece un escritor muy elegante, muy claro, sus párrafos tienen la extensión justa y sabe argumentar”
“A los 30 años no se hubiera molestado en escribirlo, lo escribió cuando ya había dicho todo lo importante que quería decir”
“Era muy aficionado a ver las cosas desde un punto de vista elevado, de autoconocimiento. Esta obra es, sin embargo, un divertimento”
“Al menos es pulida, al final llega a una comprensión. Después de mejorar físicamente, llega a una situación de conformidad con el mundo, se reconcilia con el balneario”
“El clímax del relato son las molestias que le provoca el holandés que se aloja en la habitación contigua, esto dice mucho más de la psicología del autor que sus reflexiones”
Tortura e inocencia
“Para mí, El lobo estepario es el único de sus libros que ha superado el paso del tiempo
“Es un escritor que impresiona a los adolescentes, les aporta reflexiones para poner orden en su mundo, en su lucha interior”
“Si no lo has leído siendo joven, es que no has tenido una adolescencia torturada”
“Él mismo fue una persona torturada que intentó encontrar la solución a sus problemas. Sus padres habían sido misioneros en la India y en el libro dice que tiene una estatua de Ganesha, en el que cree, y esto me sorprendió porque siempre pensé que su misticismo era esoterista, pero más parece una herencia hindú”
“Viendo cómo le torturaba la superficialidad de los otros pacientes del balneario, me pregunté si hubiera sobrevivido a nuestros tiempos de telebasura y dependencia de las redes sociales. Y me llamó mucho la atención su inocencia, al hablar de los ruidos que hacía el matrimonio de holandeses, ¡pensaba que se refería a otra cosa! Y cuando habla de las postales de los nabos, típicos de Baden… ¡qué risa!”