domingo, 28 de diciembre de 2014

Sobre el 9 de diciembre (que fue 23): buscándose la vida

Este mes leímos un libro que está considerado por muchos la obra maestra de la literatura checa (la Wikipedia lo dijo, no nosotros), Las aventuras del buen soldado Svejk, de Jaroslav Hasek. Pero es de lectura difícil (según el parecer de la mayoría de los tertulianos asistentes) y pocos novelantes lo acabaron. Con todo, tertulianos hubo, y gracias a su esforzada labor y asistencia es posible publicar esta reseña.

¿Obra de ficción?
“Para los que no habéis llegado al final diré que es un libro inconcluso, la narración se corta en medio de una conversación inacabada”
“¿Y eso por qué?”
“Es que el autor murió antes de poder acabar la obra, por insuficiencia cardiaca pero sobre todo por los problemas derivados del alcohol, ya que era adicto”
“Pero eso no impide que el libro sea una genial sátira de la guerra”
“Y una demoledora crítica sobre el imperio austro-húngaro”
“Sí, bueno, del emperador lo más suave que se dice es que es una figura puramente decorativa y bastante ridícula”
“Y fijaos que, si seguimos el texto, se nos dice que el imperio estaba formado por pueblos distintos que ni se entendían ni se querían (en realidad, se odiaban). Y además eran pueblos que ni siquiera usaban una lengua común para comunicarse entre sí”
“En teoría esa lengua era el alemán (fijaos en Kafka, que era checo y escribía en esa lengua). Pero esa era la teoría”
“El ejército, si funcionaba como explica Hasek, era extremadamente incompetente”
“Casi increíblemente incompetente”
“Pero es muy posible que el libro sea una relación veraz de lo que al autor le pasó: los apellidos de los militares que cita en el libro como personajes son los apellidos de los que fueron sus superiores en la primera guerra mundial”
“Y la verdad es que todos los personajes son muy creíbles y están bien retratados”
¿Diversión desde la primera página?
“La obra fue un éxito entre el público checo y no es difícil de entender el porqué. Es un libro antibélico que se vendía a un público formado por los que habían perdido la guerra”
“Es un libro sin ningún plan”
“Hay muchísimos personajes, demasiados”
“Y todos ellos aquejados de una verborrea superlativa”
“Yo creo que el autor da demasiados detalles”
“Pues yo creo que ahí está la gracia del texto”
“En todo caso es una gracia que, como diría…, que tiende a la sonrisa amarga”
“Yo creo, por el contrario, que se trata de una novela muy divertida, desde la primera a la última página”
“En todo caso es un humor muy contextualizado. O conoces muy bien la situación o no te hace gracia”
¿Es Svej un tonto?
“En la obra, al final de la primera parte, el mismo autor se queja de que la gente de la calle considera a Svej un tonto sin más. Y yo creo que es a partir de ahí que el personaje se comporta de una manera siempre digna y correcta. En muchos casos como un soldado ejemplar”
“Más bien parece alguien que se hace el tonto pero que no lo es en absoluto”
“Y con el voluntario de un año, que es otro tonto del mismo tipo, muchas veces parece que se ríen de todo y de todos, como si siguieran un código por el cual ellos se entienden entre sí pero que los otros no comparten”
“Pero hay veces en que Svej se comporta como un verdadero tonto, como cuando se declara culpable de seducir a una mujer casada, no habiéndolo hecho”
“Y yo me pregunto, ¿podría considerarse que caricaturiza el carácter checo?”
“Pues no lo sé, pero si es así no creo que les guste demasiado, a los checos, digo”
“Pues yo creo que algo de identificación hubo, dado el éxito que alcanzó desde el primer momento”