lunes, 27 de mayo de 2013

Sobre el 14 de mayo: Entre negra y cañí

En esta sesión hubo un novelante que se presentó diciendo que no le había gustado el libro, pero la verdad es que los otros lo tuvieron bastante fácil a la hora de convencerlo de las virtudes de La corte de los milagros, de Valle-Inclán. Vamos con la discusión.

Retrato de personajes
“A mí me gustaron mucho los episodios en que sale la reina Isabel, están muy trabajados y muy bien hechos, pero el resto del libro, pues, no sé, no me acaba de gustar”
“Yo creo que Valle es uno de los mejores prosistas de la lengua española pero lo suyo no eran las novelas, no sabe narrar, el conjunto en sí se le escapaba”
“Para mí que lo suyo es básicamente teatro, más que novela. Él era dramaturgo y, si os fijáis, los episodios, y el libro entero, están organizados en escenas”
“Lo que para mí define la prosa de Valle es su extremada elegancia”
“Y la riqueza del lenguaje, su adjetivación híper abundante, trabaja con palabras poco frecuentes”
“Sí, esa es otra. Yo buscaba muchos de los adjetivos que usa, los buscaba en el Diccionario de la Real Academia, y a veces ni siquiera así entendía lo que el adjetivo significaba”
“Pero, si te fijas, asocia siempre los mismos adjetivos a los mismos personajes, de tal manera que el adjetivo mismo es una manera de situarte en la narración”
“Sí, porque los movimientos de los personajes son a veces muy confusos”
“Y se olvida de los personajes a media novela, fijaos si no en Feliche, tan bien descrita, y que al final de la novela desaparece”
“También está bien el retrato de la molinera, aunque es algo más visto”
Seguimos con el lenguaje
“Yo considero que hay un exceso de galleguismos, ¿no se daba cuenta Valle de que los introduce en diálogos entre personajes que no son gallegos?”
“Yo creo más bien que lo que pasaba es que se permitía algunas licencias en este tema”
“Y, por otro lado, el hablar de los personajes está muy cuidado, por ejemplo, el uso de los gitanismos solo se da en el estamento criminal. Y en Tirano Banderas los personajes hablan realmente el español de América Latina”
“Es que el autor estuvo viviendo unos años en México”
“Se me ocurre que estaría bien que los editores incluyeran un diccionario al final del libro con las palabras menos usuales en nuestro hablar de hoy en día”
Estructura narrativa
“En el prologo de la edición que yo leí se hablaba de la estructura narrativa de la obra”
“A mí me parece que la narración es bastante confusa”
“Sí, pero las expectativas de Valle eran muy amplias, pensaba escribir tres tercetos de novelas, que explicasen el advenimiento de las guerras carlistas, y la corte de los milagros sería la primera novela de las nueve”
La Corte de los Milagros misma estaba dividida en nueve episodios (en su primera edición) y los escenarios de los episodios son simétricos”
“¿Y eso qué quiere decir?”
“Que el escenario del primer episodio coincide con el escenario del último. El del segundo con el del penúltimo, el del tercero con el del antepenúltimo y así hasta llegar al quinto que no se aparea”
“Pues yo, al leerlo, no fui consciente de toda esa simetría”
“Eso es porque esa estructura es muy formal, no viene relacionada con los hechos narrados”
 “La obra me recuerda a Alejo Carpentier por lo abundante de sus adjetivos y su lenguaje ligeramente arcaizante”
“Pues a mí a quien me recuerda es a las obras de teatro de Els Joglars, por su intención sarcástica y de crítica y repaso de toda la sociedad, en unos montajes un tanto descontrolados y con poco argumento”
La vida del autor
 “Hay muchas cosas de las que cuenta que son pura crítica social y están de plena actualidad”
 “Sí, hay discursos que podrían suscribir los indignados”
“Valle se sintió siempre un inadaptado, como si fuese un gigante entre enanos”
“Dicen que era carlista”
“Lo que era es inconsecuente, políticamente hablando, estuvo en todos los partidos, de derechas o de izquierdas”
“Estaba peleado con Galdós, por cuestiones generacionales”
“Y al final murió arruinado”
“Ganaba poco, claro”
“Sí, bueno, pero también es que era un malgastador”