martes, 19 de julio de 2016

Sobre el 12 de julio: Homenaje

Este mes leímos una evocación de la figura del padre del autor: La isla del padre, de Fernando Marías. Y eso fue precisamente lo que dio tuétano a la tertulia. Sobre todo se habló de cómo ha de hacerse o no el relato de una vida. Como fuera que el tema se cerró en falso, desde aquí animamos a todos los que nos seguís desde la página web a que opinéis sobre el asunto. Buen verano a todos. Nos vemos en septiembre o en este mismo blog cuando os apetezca.

Biografías subjetivistas y objetivistas
“Es una buena lectura pero es una manera de entender la literatura que me deja muy frío. Llevo leídos muchos libros parecidos. Escribe muy bien, pero, para  mí  no llega a un nivel aceptable de calidad”
“Es una biografía subjetivista. Demasiado. Le vendría bien adjuntar datos objetivos y añadir contexto histórico”
“Desde luego no llega al nivel de las grandes autobiografías, como la de Proust, por ejemplo”
“Considero que poner como listón a Proust es un poco injusto. Las dos obras no son comparables ni en planteamiento ni en técnica ni en extensión”
“Yo creo que el gran mérito de este libro es que trata un tema muy delicado sin caer en la sensiblería”
“Me recuerda a Paseos con mi madre de Pérez Andujar: en ambos casos se trata de la evocación de una época reciente con descripciones parecidas”
“Literariamente es un texto no muy coherente”

Un padre ideal
“Como narrador de una biografía que no es la suya, Marías se ve obligado a sacar conclusiones a partir de datos realmente mínimos”
 “El problema es que como intenta reconstruir la vida de su padre sin tener casi datos y va combinando la evocación de su juventud con la de su padre, los retratos quedan descompensados. Era algo muy difícil y creo que no le sale del todo”
“Eso pasa porque el autor peca de narcisismo. Habla sobre todo de sí mismo y no da una visión amplia del tema que trata”
“Del padre da una imagen envidiable de bondad y de modestia. En cierto momento Marías reconoce que debería hablar de los defectos de su padre pero se excusa diciendo que no guarda en su recuerdo ninguna falta reseñable”
 “Eso es cierto pero también es verdad que advierte de que su visión será sesgada y parcial. Solo trata de su padre, de sí mismo y de la relación que los unía a ambos”
“Incluso teniendo en cuenta su parcialidad, es innegable que el padre del autor tenía que ser, objetivamente hablando, una muy buena persona y un modelo. Es muy emotivo, por ejemplo, cuando el padre, que ha estado a punto de morir, le dice a su hijo que lo que más le duele es que un compañero suyo podría haber caído al mar por culpa suya”
“En el libro lo negativo no existe”
“Es cierto, pero considero que no cae en el maniqueísmo, cumple el objetivo que se había trazado y consigue emocionar, yo creo que esta novela ha emocionado a muchas personas por ese retrato de un padre ejemplar, que está lejos pero es un modelo. Que no necesita ejercer la autoridad para tenerla porque su ejemplo es suficiente para educar”
“También es importante la figura de la madre. Como informante es crucial”
“Varias veces habla de su innata capacidad para el suspense, parece que fue un ejemplo de cómo narrar para su hijo”

Un libro escrito deprisa
“Es un libro que está hecho muy deprisa y eso lo va confesando el propio autor a medida que lo escribe”
“Sí, esa prisa se nota especialmente cuando habla de que el libro tiene una fecha para acabarse definitivamente, que es cuando él se verá obligado a dejar su casa en Bilbao. Yo creo que es probable que esa ansía por acabar habría hecho que el autor se justificase ante sí mismo no revisar suficientemente la obra. Llega un punto a partir del cual ya no quiere profundizar más, lo cual es hasta cierto punto justificable porque el tema debía ser muy doloroso para él”.