lunes, 21 de septiembre de 2009

Sobre el 8 de septiembre: Virginia Woolf


“Ya estaban servidos todos, dejó el cucharón dentro de la olla. Había alcanzado, pensó, esa región inmóvil que yace en torno al corazón de las cosas por la que puede uno moverse a sus anchas o descansar; podía quedarse quieta al acecho de la conversación, como ahora, o bien, de repente, al igual que el gavilán que se precipita desde las alturas, volver a bajar con las alas desplegadas, a sumergirse sin dificultad en la risa de los demás, a dejarse caer con todo su peso sobre lo que estaba diciendo su marido al otro extremo de la mesa, algo acerca de la raíz cuadrada del mil doscientos cincuenta y tres, que resultaba ser casualmente el número de su billete de ferrocarril.”
Pero qué falta hubiera hecho que la digna señora Ramsay sobrevolara la mesa de Novelantes, cual gavilán, para proteger a su amada hija en la reunión que le dedicamos.
La sesión de Virginia Woolf trajo consigo cuatro (dos por dos) novedades: acudieron dos novelantes nuevos (¡bienvenidos!) y otros dos novelantes que no pudieron venir nos hicieron llegar, a distancia, su valoración de Al faro. Ambos destacaron la primera parte de la novela, “su habilidad técnica (no envejecida en un mundo de escritores acomodaticios)”, para Palimp, y su “capacidad evocadora”, para Midnight. ¿Y los novelantes presentes, todo alabanza también?
Pues Woolf se llevó varias broncas. La primera se extendía a otras autoras que han pasado por nuestro cartel, llegaba hasta Atwood e incluso Atkinson: “En esta novela, todo lo malo es para los hombres, me gustaría que en alguno de los libros que se propusieran en la tertulia los hombres quedaran bien.”
También hubo protestas respecto al estilo: “Literariamente es irreprochable, pero ahí está el problema. La mayor pesadilla que yo podría tener es que toda la literatura fuera esto, fuera Woolf. Su obra es un ejercicio de esteticismo continuo y nunca fue tan audaz como Joyce, no se atrevía, la anarquía que pretendía era de sofá, su caos está muy ordenado, es muy uniforme su estilo, es una autora que deja muy poco margen para la crítica, también recuerda a Proust, pero él tenía más gracia, era más picante y tenía sentido del humor. Esta autora no lo tiene, su gran defecto es que no tiene defectos.” Curiosa protesta, ¿verdad? Y así se alegó: “En realidad, que una autora no deje margen para la crítica y que no tenga defectos no debería ser considerado un defecto. No todo va a ser desorden, Proust, Joyce o Faulkner… Pero es verdad es que con ella me parece estar viendo cuadros prerrafaelitas, imágenes muy bellas, pero distantes, como congeladas en el tiempo.” “Algo así dice Anthony Burgess en un artículo que leí en el que la comparaba con Joyce”, apostilló otro novelante. “Es que Joyce es más sensual, es carne y hueso, en cambio Woolf es una luz que no llega, rebota”.
Por fortuna, no faltó defensa para Woolf, hubo quien destacó la gran intensidad del final de la novela, cuando Lily Briscoe descubre que está llorando al recordar a la señora Ramsay, tributando, con sus lágrimas (y como la propia novelista), un homenaje al faro, a la madre. Woolf emocionó, no pareció fría a todos, el fragmento arriba reproducido fue citado como ejemplo: “En la novela hay metáforas muy bellas, como cuando habla de las alas que cubren las risas durante la cena.” “Sí, la cena es un momento muy revelador, demuestra mucha habilidad para ir contando todo de forma que confluya en la señora Ramsay, que es retratada como una persona muy autoritaria.” Y ahí volvimos al punto de partida, eso de que las mujeres quedan bien… “Sí, es cierto, pero la señora Ramsay no es autoritaria en las formas, yo diría que la pinta como una mujer muy obsesiva, empeñada en tenerlos a todos bajo su ala protectora”. Ala protectora, sí, pero de gavilán.

Todavía más sobre Woolf en:
  • ¿Quién teme a Virginia Woolf?, por Anthony Burgess, en El País. El artículo en el que el autor de La naranja mecánica pone a caer de un burro a nuestra querida escritora.

21 comentarios:

MidnightAllDay dijo...

Como Novelante que propuso tanto a Atkinson como a Atwood (voy por orden alfabético, así que no os queda ná, ja, ja, ja) y por alusiones: si la mayoría de los libros que leemos en la tertu están escritos por hombres, pues luego no pueden quedar bien en los que escriben las mujeres. Es para compensar ;)

MidnightAllDay dijo...

Y a mí que me gustan los cuadros de los prerrafaelitas... y Woolf no me parece fría; yo diría más bien contenida.
Gracias por incluir mis comentarios, Caro. Ya te dije, me gustó más cuando lo leí hace siglos; pero me sigue pareciendo que escribe como pocos.
Una cosa que me hizo una mucha gracia fue la introducción a mi edición, en la que se comenta que esta novela es en la única que pasan cosas de todas las que escribió Woolf. De hecho, yo el defecto que le veo es que no sabe integrar bien los acontecimientos; lo suyo es describir cenas, crear ambientes, personajes... Para mi gusto, la primera parte es fabulosa y luego pasan cosas de golpe y sin explicación y te quedas un poco desconcertado.

Palimp dijo...

Una gran pena no haber podido defender a la Woolf ¿Fría? nada de eso. Todos sus libros son una pelea con la muerte (curioso teniendo en cuenta que se suicidó) y transmiten una sensación de pérdia imposible de calmar.

Joyce sí era esteticista; más valiente que la Woolf, de acuerdo, pero con menos sentimientos.

MidnightAllDay dijo...

Bastante de acuerdo con Palimp, sobre todo en lo de la sensación de pérdida.
Los que no pudimos estar, ahora nos lo estamos currando ¿eh? :)

Anónimo dijo...

En efecto, Woolf tenía una abundancia extraordinaria de sentimientos; clasista, depresiva, xenófoba, aristocrática, y como pensadora, un tanto superficial. ¡Por qué se puede poner a caer de un burro a un escritor pero no a una escritora? A mí, por ejemplo, me encantan Céline o Mishima, pero sé que como seres humanos dejaban muchísimo que desear. Lo mismo que Josep Pla.
Me parece pueril esta manía de endiosar a los literatos/as. ocultar sus defectos, tanto literarios como humanos, y hasta Shakespeare los tenía; por ejemplo, era antisemita. Y algunas de las escenas de sus obras son bastante imperfectas. Pero no por ello deja de ser Shakespeare. En cuanto a Joyce, era un genio, pero Finnegan's Wake es sencillamente ilegible. Pero sigue siendo Joyce, y no practica una esterilización sistemática de la vida para convertirla en una engorrosa colección de sublimidades, como hace Woolf.
Veletri

caro dijo...

Tienes toda la razón, Midnight, os lo habéis currado, y hasta tenéis réplica. Qué falta hubiera hecho vuestra defensa en la reunión. Buenas noches a todos

MidnightAllDay dijo...

Por cierto, que me vais a tener que poner falta otra vez... :(
Es que nos cogemos el día 13 de fiesta, porque nos vamos fuera para descansarnos un poco, que vaya ritmo llevamos.

Palimp dijo...

Para el anónimo. ¿Quién ha dicho que no se puede criticar a una escritora? ¿De dónde se deduce que la defensa viene por su sexo? Tampoco entiendo muy bien esas referencias a la vida personal; para evaluar la obra de un escritor me importa un comino como era como persona.

Mejor dedique su elocuencia a explicar esos errores que afirma tiene la Woolf en vez de disparar a dianas equivocadas. Su frase acerca de la esterilización sistemática de la vida -que yo me confieso incapaz de percibir- queda muy rimbombante pero ¿puede justificarla?

Anónimo dijo...

Primero, no soy anónimo, porque todo el mundo me habrá reconocido por mis comentarios, algunos de los cuales ya hice en la tertulia. Segundo, no he dicho que Woolf "cometiera errores" Dije más bien que todos los escritores los cometen, excepto Woolf, quien, al parecer, era infalible, como Dios divino. Sólo que yo tengo el defecto de ser ateo desde pequeñito.
La Woolf sigue un camino literario empezado por Joyce -pero sin reconocer la deuda literaria que tenía con él, y de ahí el meterme "con sus defectos personales", cosa que sólo he hecho en la medida en que están relacionados con lo literario-. Porque cuando una escritora o escritor llega al punto de decir "no conozco a Joseph Conrad, es un escritor extranjero", cuando todo el mundo en la Inglaterra de la época lo conocía, pues en fin. Sin comentarios. Pero de otras personas esto se llamaría xenofobia.En el mejor de los casos, es un detalle mezquino, muy propio de las capillitas literarias en las que los franceses siempre han sido especialistas pero que rara vez se había visto en Inglaterra.
En cuanto a meterse con Galsworthy o Wells, bueno, pues a mi Galsworthy me gusta bastante, aunque admito que a escritores vanguardistas del siglo XX como Woolf, Joyce, etc. era lógico que les pareciera desfasado por su clasicismo.
Me has preguntado por los "defectos" de Virginia Woolf. Habrás leído muy mal lo que escribí, pues aunque no quería entrar en eso, ya mencioné uno; para mi gusto, escasa profundidad de pensamiento. refritando las ideas de George Berkeley y otros pensadores solipsistas sobre que el mundo no es cognoscible, y tal. Aunque admito que un novelista no tiene porque ser un gran pensador. Pero el defecto esencial es lo que apuntaba antes, que la literatura como la entiende Woolf, sin tramas, sin evolución de personajes,construida a base de fotos fijas, ha llevado a cosas como el Nouveau Roman de Alain Robbé-Grillet o los libros de Georges Perec o Nathalie Sarraute, en fin ,casi todos los autores del Nouveau Roman. Como supongo que debes de ser un gran lector de los libros de Georges Perec -si te gusta Woolf-, te felicito por tu paciencia. Y sí, encuentro a Woolf muy, muy fría, y con el extraño don de contagiar su estado depresivo crónico al lector, y un mundo como esterilizado, en el que todo el mundo hace cosas sublimes todo el tiempo y jamás hay una palabra o escena mal sonante.

Asimismo, también elogio en la modesta medida de mis posibilidades el que tú no tengas ningún tipo de prejuicio al leer un autor, cosa que yo jamás he conseguido no tener. Esa es la razón de que tardara tanto tiempo en leer a Celine y que jamás haya conseguido leer a Ernest Júnger, por ejemplo, aunque me consta que es un gran escritor. La Academia Sueca debería ser igual que tú, porque la razón de que autores tan diversos como Céline, Borges , Brecht o incluso Perez-Galdós no ganaran nunca el Nobel fue juustamente los prejuicios políticos y/o personales que existían contra ellos.Algo similar se dice de Vargas Llosa, de quien se dice que tiene un oscuro pasado en la lucha antiguerrilla. Y la razón principal de que nadie lea "El Don Apacible" hoy día es que fue obra de un gran escritor soviético, Mijail Sholojov. Y la razón de que haga tanto tiempo que, pese a contar con tantos literatos de talento, la literatura norteamericana no gane un Nobel desde Toni Morrison -a pesar de la existencia de Paul Auster, Thomas Pynchon, Don De Lillo, Richard Ford, Joyce Carol Oates, el inmenso Philip Roth y otros, cualquiera de ellos con talla sobrada de Nobel-es que el actual comité elector de la Academia, salvo que cambien de opinión este año, considera que la literatura norteamericana es "puramente insular", en palabras del propio secretario de la Academia. En gran medida, el exito o fracaso de un escritor depende de su imagen sociológica, y tiene mucho más que ver con la sociología y/o la política que con la misma literatura.
No reconocer eso me parece puro y simple fariseismo.
Un saludo,
Carlos "Veletri".

caro dijo...

En efecto, Palimp, Anónimo es Carlos Albert, te lo iba a decir, pero se ha adelantado él y me alegro. Las opiniones extremas son de agradecer cuando llegan razonadas. Espero que puedas venir a la próxima reunión a comprobar cómo las defiende. ¿Estás preparado para odiar a Virginia Woolf? A mí me ha convencido (es broma), pero es cierto que Woolf se lo buscó, una crítica tan feroz como ella.

Te echaremos de menos, Midnight. ¿Estás leyendo el libro de Maalouf? ¿Nos vemos en lo de la Jaume Fuster? Esta vez es Alexis el enganchado.

MidnightAllDay dijo...

No he podido empezarlo aún... :(
Yo tengo "Orígenes", para paliar el mono de Alexis cuando se le acabe este. ;) A mí me gustó mucho.
Espero que nos veremos en la J. Fuster, sí; tengo una semanita...

francisco dijo...

En fin, no quería yo meterme en un debate tan encendido pero... Me parece que quien dijo que sobre gustos no hay disputas debería haber dicho que sobre gustos no suelen haber acuerdos, habría acertado más, y es que los gustos son algo visceral y el acuerdo se consigue me parece a mi más que nada porque unos dan el brazo a torcer y otros no. En fin, me parece que aquí el mosqueo proviene de que Carlos, yo tambien le habia reconocido, le dio al anonimo y palimp interpretó que lo que pasaba es que el otro quería quedar en la sombra. Pero, con todo, yo diría que el mosqueo de "Veletri" (por ponerle otro nombre que parece que le gusta) es un poco exagerado.
Y hay algo que si que es verdad: juzgando a un escritor como persona no le juzgas como escritor y viceversa.
¿Os habeís fijado que los textos de Wolf rezuman lo que yo llamaría "psicologismo". Quizá sea eso lo que no le gusta a Carlos (y lo que nos gusta a los demas)

francisco dijo...

Y dos cosas más aún: 1-no creo que pueda ir a la conferencia sobre Amin, si lo hago me salto una sesión de gimnasia, y 2-ahora que me los vuelvo a leer me doy cuenta de que a mi tambien me gusta más "Origenes"

Palimp dijo...

En realidad no me importaba mucho el tema del anonimato, si empecé diciendo 'para el anónimo' era para indicar a quieniba dirigido. Lo que me molesta es lo de disparar a dianas equivocadas, error que se repite en el segundo comentario. Vamos por partes:

1.- Ni he dicho que la Woolf es dios ni que este libre de pecados.
Para mí es tan criticable como cualquiera, pero eso sí, con argumentos.

2.- Una cosa es el escritor y otra la obra. Yo intento -que no lo consigo siempre- estar libre de prejuicios. Y la verdad no sé que aporta a la discusión si el premio Nobel se basa o no en prejuicios. Personalmente opino que es un premio que a veces acierta y otras falla, como tantos otros, pero no acabo de ver su relevancia en la crítica a la Woolf. A mí me importa poco el éxito social de un escritor, sólo si me gusta o no.
Yo tampoco leía a Vargas Llosa por prejuicios, hasta que me los salté. Y me encantó su prosa. Sigue cayéndome mal pero ahora leo sus libros.

3.- Juzguemos pues la obra; acusas a la Woolf de pensadora poco profunda. Yo también estoy de acuerdo, pero tal como admites un novelista no tiene por qué ser un pensador. Apañados estamos.
No reconoció la deuda que tiene con Joyce -que la tuvo y muy importante- pero lo que es un defecto como persona es una gran virtud como novelista. Ella seguía un camino hasta que se topó con Joyce. Tuvo el acierto de ver que la renovación que traía Joyce era importante y el talento para cambiar su estilo y cambiarlo para bien. Ya quisieran muchos novelistas de ahora saber aprovechar tan bien las enseñanzas de Joyce como lo hizo ella. Personalmente creo que es peor escritora de Joyce, pero supo -y pudo- estar a la altura.
Si es una escritora fría ¿cómo logra contagiar su depresión al lector? Tan fría y esteril no será su obra.
Que describa un mundo esterilizado y políticamente correcto y lo describa muy bien no quiere decir que suprosa sea esteril y políticamente correcta. Describe lo que ve y lo hace bien. ¿Lo critica? No ¿Lo alaba? Tampoco.
Y no juzguemos a un autor por la calidad de sus discípulos; aunque confieso que me gusta Perec.

Resumiendo ¿Qué no te gusta la Woolf como persona? Me parece muy bien. ¿Qué no te gusta como escribe? Perfecto ¿Que su obra tiene defectos? Seguramente estaremos de acuerdo en algunos y en desacuerdo en otros. Como dice Francisco sobre gustos casi nunca hay acuerdos. Pero que quede claro que si defiendo a Virginia es porque me gusta, no porque sea mujer o la tenga en un pedestal (no soy de ese estilo) y que a mí me importa poco como sea el escritor para juzgar a su obra (sinceramente).

Saludos.

caro dijo...

Pues yo sí que pude ir a la charla que dio Maalouf en la Jaume Fuster y, para mi sorpresa, fue un llenazo, no sabía que era tan popular. Un auditorio entregado soltó algún que otro bravo y con ellos viví un momento emocionante, una cita en árabe conmovedora que fue efusivamente aplaudida: “Si estoy hecho de tierra, la tierra es mi país.” Maalouf tiene mucho que decir y lo hizo, a pesar de haber tenido que lidiar con una entrevista mal dirigida; las preguntas de Amiguet fueron tan inteligentes como ésta: Nasser, Saddam Hussein… son héroes para los árabes a pesar de ser dos grandes perdedores (previamente había preguntado por el paralelismo entre los árabes, grandes perdedores del mundo moderno, y los catalanes, otros grandes perdedores (yo no daba crédito), ¿cómo cree que recibirán a otro Hussein, Barack Hussein Obama? En fin… Ya os contaré, tomé algunos apuntes para la tertulia. Y además, dejé unos cuantos carteles con la convocatoria de “Las cruzadas vistas por los árabes”, ¡y volaron!

MidnightAllDay dijo...

A mí sí me parecía que era muy famoso, por "León el Africano" ¿no? ¿O me estoy equivocando de escritor? Me hubiera gustado escucharle (¿en qué idioma hablaba?), aunque creo que me hubiera puesto muy nerviosa con las preguntas... La elección del entrevistador me había dejado pasmada de antemano, la verdad.

francisco dijo...

Leon el africano sí que lo escribio Maalouf, si alguien lo quiere se lo presto

MidnightAllDay dijo...

Uy, qué despistada soy, si yo también lo tengo. Claro que no me acuerdo de qué iba en absoluto; como si no lo hubiera leído. Qué suerte tengo ¿eh?, puedo leerme la mayoría de los libros que tengo en casa como si los acabaran de publicar. :)
Vamos, que el que no se conforma, es porque no quiere.

caro dijo...

Hola! La entrevista fue en francés. Estoy mirando en la web y he encontrado en una entrevista que Maalouf no descarta hacer una segunda parte de Orígenes, así que enhorabuena a ambos, que sé que os está gustando.

Anónimo dijo...

Celebro que te guste Perec. No tengo nada más que decir. Pero sigo diciendo que, sí todos los escritores fueran tan "literarios" como Woolf o Perec, la literatura moriría de hastio.
Veletri.

Anónimo dijo...

Y lo del premio Nobel era sólo uno de los muchos ejemplos posibles de lo que es la importancia de la aceptación social -insisto que más importante que la literaria, porque la verdad es que al final los prejuicios lo anegan todo, y hacen de mediocridades escritores célebres y al revés- en la literatura.
Veletri.