domingo, 20 de enero de 2019

Cipión y Berganza, Miguel de Cervantes: Perros charlatanes

Empezamos el año con Cipión y Berganza, novela ejemplar de Cervantes, uno de los autores más renombrados de la prosa castellana y un retratista de su época, la España del siglo XVI. Sobre si ese retrato fue bueno o malo, hablamos mucho en la tertulia. En el coloquio sobre el coloquio se habló, además, un poco de todo.

Buscando el nivel más profundo
“Para empezar, yo apuntaría que el coloquio es un buen ejemplo de cómo era la novela picaresca en la época de Cervantes”
“Sí, estoy de acuerdo. Cervantes intenta escribir el coloquio dando ejemplo acerca de cómo deberían ser todas las novelas picarescas pero, aunque eso sea verdad, no empiezas el análisis por donde debieras para llegar a lo más hondo, a la esencia de la obra”
“¿Y por dónde deberíamos empezar?”
“Id probando…”
“Y tú nos dices si vamos bien encaminados o no…”
“Exactamente. Anda, intentadlo”
“A mí me llama mucho la atención que Cervantes dedique mucho tiempo a describir la sorpresa de los propios perros al ver que hablan como personas”
“Sí, efectivamente. El autor dedica muchísimo tiempo a hablar sobre ese tema. Y eso es porque tenía el pundonor de trabajar con tramas verosímiles. Pero aún no hemos llegado a lo más profundo del coloquio. Aún no habéis acertado con el enfoque adecuado.”
“También podemos hablar de los distintos amos por los que pasa Berganza…”
“Sí, por ahí vamos bien. Cada uno de los amos de Berganza representa a una de las clases sociales de la época, si se puede usar esa terminología”
“Bueno, desde luego, los que quedan peor parados, en los retratos, son los gitanos y los moriscos”
“Exactamente, ahí quería yo llegar. Detrás de lo que parece un retrato amable y a vuelapluma de la sociedad de la época, se esconden los prejuicios del autor. No debemos olvidar que el coloquio se escribe contemporáneamente a la expulsión de los moriscos de España. Lo cual, hoy lo sabemos porque lo vemos con perspectiva histórica, fue un error enorme porque expulsaron a la clase más productiva de la sociedad”
“Sí, yo me fijé en que el autor critica a los judíos por impíos y a los moriscos por usureros”
“Usureros a la fuerza porque era casi la única ocupación productiva que los otros grupos sociales les permitían ejercer”

Muchos amos, muchas opiniones
“A ver, el primer amo de Berganza es el jifero, esto es, un trabajador del matadero”
“Un matadero donde los mismos matarifes roban la mejor carne…”
“Sí, a mí me llama la atención la importancia que tiene la carne en esta obra”
“Y por culpa de la carne tiene el perro que cambiar de amo y va a parar a donde unos pastores”
“Que también estafan carne a los propietarios del ganado”
“Y os fijasteis en cómo Cervantes critica por poco realista la novela pastoril tal como se escribía en su época; esto es, con pastores idealizados y parajes idílicos”
“Sí, esa parte de la obra es muy clara al respecto”
“Pasa luego a servir Berganza a un mercader rico que es el personaje mejor tratado de toda la obra”
 “También están bien tratados los monjes jesuitas que dan clase a los hijos del mercader”
“Pero el perro tiene que huir de casa del mercader por culpa de una criada negra”
“Otra minoría que sale malparada en la prosa de Cervantes. Si es que no daba puntada sin hilo…”
“Luego Berganza va a parar al servicio de un alguacil que amaña escándalos para poder cobrar multas bajo mano”
“Y de allí pasa al tambor…”
“Y conoce a la bruja”
“Sí, la parte de la bruja es la más interesante del libro”
“Pero de qué manera más cruel trata a la mujer Cervantes… Como la maltrata Berganza, que dice “que no se debe aceptar el beso de una mujer vieja” y al final casi la mata”
“Y luego ya pasamos a los judíos y a los moriscos, que son los últimos”
“Te olvidas de Mahudes, el limosnero del hospital”
“Un personaje que sale bastante bien parado en los comentarios de Cervantes.
“Y os fijasteis, supongo, en los cuatro locos del hospital, que aparecen casi al final de la obra, el matemático, el arbitrista, el alquimista y el poeta. Yo creo que a Cervantes le interesaba mucho la locura, creo que pocos autores antes de Dostoievsky se han interesado tanto por la locura. Por ejemplo, en la obra de Cervantes, el licenciado Vidriera está loco. También don Quijote está loco”
“No podemos olvidar en el coloquio el lugar particularísimo que ocupa el personaje de Cipión”
“Sí, es un personaje que hace avanzar la trama, y en cuanto a las digresiones a veces las evita, a veces las provoca”

Otras obras de Cervantes, otros coloquios de otros autores
“A mí se me ocurrió proponer esta obra porque consideré que, siendo corta, en ella está resumido lo más representativo del autor. Y creo que en esta obra vemos cómo los que han sido considerados grandes autores de la literatura tienen también defectos y filias y fobias que se pueden ver a poco que leamos sus obras con calma”
“No sé; yo aparte de leer el coloquio me leí el licenciado Vidriera y aunque reconozco que está bien escrito me cansa, me satura, quiero decir, que las réplicas del licenciado a los que se ríen de su locura son muy brillantes pero son tan excesivas en cuanto a recursos y trucos literarios usados que me agotaban”
“Y eso que Cervantes tenía una prosa amable, muy distinto es el estilo de, por ejemplo, Quevedo, con mucha mala leche”
“Pues ya digo que a mí tanto exceso retorico me cansa”
“Bueno, eso es una consecuencia de cómo consideraban en esa época la literatura. Los lectores querían artificio, brillantez y no parecían cansarse por mucho que se les diera. Fijaos si no en la obra Julio Cesar de Shakespeare. El parlamento de Marco Antonio en el entierro de Cesar podría ser considerado una obra maestra por sí mismo”
“Y aparte de eso parece que el coloquio de los perros ha sido uno de los escritos de Cervantes más leídos, después del Quijote, claro”
“Es que yo diría que del mismo modo que el coloquio de los perros es una novela ejemplar también el Quijote empezó siendo una novela ejemplar que luego se salió de madre. Fijaos que dentro del Quijote hay lo que podríamos considerar novelitas más pequeñas”
“Lo que pasa es que el Quijote tuvo un éxito inesperado y eso impulsó a su autor a escribir una segunda parte”
“También el coloquio parece pedir una segunda parte, como los mismos personajes sugieren. Si en la primera parte se cuenta la vida de Berganza que es oído por el atento Cipión, se dice al final y al principio que “en una noche posterior” tendrá que ser Cipión quien le relate su vida a Berganza”
“Y mirando por Internet me enteré de que otros autores han intentado escribir segundas partes. Una autora llamada Ginés Carrillo Cerón escribió un coloquio de las perras, intentando dar un punto de vista más femenino, dicen, de nuestra sociedad. No sé más del tema porque yo propiamente no lo he leído”
“También Jacinto Benavente escribió un nuevo coloquio de los perros…”
“¿Quizá cuenta la vida de Cipión?”
“No lo sé, sólo sé que la obra existe”
“Pero estas segundas partes no parecen haber tenido mucho éxito porque, si no, sabríamos más de ellas”
“Es que es muy difícil escribir a la altura de los de Cervantes”

1 comentario:

Veletri dijo...


Pues este mes de enero comentamos "El coloquio de los perros" de Miguel de Cervantes y, en mi opinión, la conclusión más importante, aparte de la valía de la obra y el talento de Cervantes, es la diferente apreciación de una obra literaria que puede haber según las épocas. Varias de las observaciones de Berganza tras haber pasado por diversos amos -corroboradas sin excepción por Cipión-, tales como comentarios despectivos hacia la raza gitana o los musulmanes, hoy serían considerados como xenofobia o islamofobia, pero en la época de Cervantes eran considerados como lo más natural del mundo en una sociedad cerrada y excluyente como era la sociedad española de aquella época, que además vivía en un constante temor de una invasión musulmana. No es en absoluto casual que Cervantes publicara este relato, que es el último de las doce Novelas Ejemplares, en la época en que FelipeIII y Felipe IV habían decretado la expulsión masiva de los musulmanes.