miércoles, 6 de julio de 2011

12 de julio: Historias del sur


“The way to dusty death. Out, out, brief candle! / Life's but a walking shadow, a poor player / That struts and frets his hour upon the stage / And then is heard no more: it is a tale / old by an idiot, full of sound and fury, / Signifying nothing” (“El camino a la muerte polvorienta. ¡Muere, muere vela fugaz! / La vida no es más que una sombra andante jugador deficiente / Que apuntala y realza su hora en el escenario / Y después ya no se escucha más. Es un cuento / Relatado por un idiota, lleno de ruido y furia, / Sin ningún significado”).

En un soliloquio del Macbeth de Shakespeare se encuentra la explicación al título de la novela que comentamos este mes, El ruido y la furia. Precedida por su fama de difícil y hasta ininteligible en sus dos primeros capítulos (un novelante nos recomendó, antes de empezarla, leer la sinopsis en la Wikipedia), la cuarta novela de William Faulkner conjuga experimentación técnica (múltiples narradores, saltos temporales, libre fluir de la conciencia...) y la obsesión del autor por retratar el “sur profundo”: narra la decadencia de un viejo linaje, la familia Compson, en los albores del crac del 29. En el párrafo que ofrecemos, oímos la voz de Benjy,el primero de los narradores, el niño hombre, que, al anochecer, queda al cuidado de su amada hermana Caddy:

La habitación se volvió negra, excepto la puerta. Luego la puerta se volvió negra. Caddy dijo, “Calla, Maury”, poniendo su mano encima de mí. Así que me quedé callado. Nos oíamos a nosotros mismos.

Oíamos la oscuridad.

Se marchó, y Padre nos miraba. Miró a Quentin y a Jason, luego vino y besó a Caddy y puso su mano sobre mi cabeza.

“Es que Madre está muy enferma”. dijo Caddy. “No”. dijo Padre. “Vas a cuidar bien de Maury”.

“Sí”. dijo Caddy.

Padre fue a la puerta y volvió a mirarnos. Luego regresó la oscuridad y él permaneció en la puerta, negro, y luego la puerta volvió a ponerse negra. Caddy me abrazó y yo nos oía a nosotros, y a la oscuridad, y a algo que se podía oler. Y después, vi las ventanas, donde los árboles susurraban. Después la oscuridad comenzó a moverse con formas suaves y brillantes, como pasa siempre, incluso cuando Caddy dice que he estado durmiendo.

William Faulkner, El ruido y la furia

Más sobre Faulkner en:

  • William Faulkner on the Web. Esta página dedicada al autor, que incluye un anecdotario, aparte de la consabida nota biográfica y estudios, se abre con un Welcome to Yoknapatawpha County, la región inventada por Faulkner en la que transcurren varias de sus novelas.

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