miércoles, 16 de junio de 2010
Sobre el 8 de junio: Cormac McCarthy
Una novela sentenciosa, de ideología conservadora, repleta de contradicciones, con momentos ininteligibles e imágenes chuscas (“Miró al cielo. Un solitario copo grisáceo que cayera de un tamiz. Lo atrapó en la palma de su mano y lo vio expirar como la postrera hostia de la cristiandad”), pero cómo conmueve y cómo engancha: como el Hombre y el Hijo, todos queríamos llegar al mar, al sur, huir del frío, pero al llegar resulta que el mar no es azul y todo sigue igual.
Es la conclusión a la que llegamos sobre La carretera. Pero comenzamos leyendo el final: “Una vez hubo truchas en los arroyos de la montaña. Podías verlas en la corriente ambarina allí donde los bordes blancos de sus aletas se agitaban suavemente en el agua. Olían a musgo en las manos. Se retorcían, bruñidas y musculosas. En sus lomos había dibujos vermiformes que eran mapas del mundo en su devenir. Mapas y laberintos. De una cosa que no tenía vuelta atrás. Ni posibilidad de arreglo. En las profundas cañadas donde vivían todo era más viejo que el hombre y murmuraba misterio.”
El final
“¿Qué significa ese final?”.
“Quiere decir que el mundo existió antes y después del hombre, que puede seguir sin él”.
“Después de la catástrofe, el mundo puede ser mejor o una repetición, yo estoy por lo segundo”, “Yo no creo que apunte en esa dirección, sino que el final es esperanzador”, “Sí, yo no lo veo tan pesimista”.
Cosmovisión
“He leído No es país para viejos y es muy similar, pesimista, apocalíptica; es como si el mundo que retrata en esa novela lleve al de La carretera, el autor parte de la misma cosmovisión”.
“No se hace alusión a la catástrofe, seguramente eso obedece a que quiere dejar abiertos más significados alegóricos para la situación, podría llegar a pensarse que se trata de un castigo bíblico a una humanidad degenerada, a su degradación moral”.
“Es una novela tan imbuida en la religión que no es extraño que la destacase Harold Bloom. Además de crítico, también es un teórico de las religiones y ha estudiado lo que considera la religión estadounidense. Es una sociedad en la que la religión está en todas partes de modo que ha llegado a desarrollar una religión propia, gnosticista: cada americano cree que acoge una chispa de divinidad”.
Estilo y punto de vista
“El estilo es preciso, puntillista, muestra un vocabulario muy rico, estoy seguro de que consulta todos los diccionarios habidos y por haber, de sinónimos, especializados… es imposible que alguien guarde en la cabeza todo eso”.
“Me choca que el narrador parece una cámara, ¿cómo puede ser que en una novela moderna haya un narrador omnisciente?”, “A mí no me disgusta que haya narrador omnisciente”, “Eso explicaría las novelas que propones”, “Pues para mí resulta muy extraño el narrador omnisciente en una novela actual, me molesta la falta de pulcritud respecto al punto de vista”, “Es que no es una novela moderna, como todas las novelas relevantes de las últimas décadas, es antigua en su esquema narrativo. Las tres o cuatro mejores novelas de este siglo parecen haberse saltado las décadas de los 20 y 30 del pasado”.
“Los diálogos son crudos, no transmiten”, “Parecen oraciones, rezos”, “Es cierto, el ‘vale’ convertido en un amén”.
“Pero ¿os ha conmovido? Yo estoy en contra de la ideología que se respira, yo creo que lo que cuenta la novela no pasaría, el ser humano ha vivido sin religión y esto no sucedía. Pero me ha conmovido”.
Personajes
“Lo peor no es el mundo apocalíptico sino aquello en que los hombres se convierten en él”.
“Pero aún quedan quienes muestran resistencia a caer, que mantienen una lucha moral por mantenerse fuera de la barbarie”.
“Los que tienen el fuego, el fuego es la moral, los principios”.
“Lo más destacable de la novela me parece la relación paterno-filial, la salvación es la familia, el padre muere porque es parte del mundo antiguo, el hijo se salva, es heredero de aquello que se perdió”.
“Es una promesa de buena nueva, un niño que no se ve afectado por la barbarie a su alrededor, si su alma se mantiene pura, es posible un renacimiento del mundo”.
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3 comentarios:
“A mí no me disgusta que haya narrador omnisciente”, “Eso explicaría las novelas que propones”.
Buenísimo. :)
Y además sabrás quién lo dijo, ¿no?
:)
no se señala con el dedo... :)
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