miércoles, 21 de diciembre de 2011

Cartel 2012: Vuelve a casa por navidad

El viaje del 2012 comienza en el espacio interestelar. Y desde Japón, donde aterrizaremos, nos iremos acercando, pasando por Afganistán, para acabar el año en casa.

  • 10 de enero Jugando con insectores: El juego de Ender, Orson Scott Card
  • 14 de febrero Amor a la japonesa: El rumor del oleaje, Yukio Mishima
  • 13 de marzo La otra guerra: El origen, Thomas Bernhard
  • 10 de abril Miedo: Submundo, Don DeLillo
  • 8 de mayo De carne y hueso: En el balneario, Herman Hesse
  • 12 de junio Los hombres no lloran: Tierra y cenizas, Atiq Rahimi
  • 10 de julio Recordando la Bruguera: El invierno del dibujante, Paco Roca
  • 11 de septiembre Intrahistorias: Bilbao-New York-Bilbao, Uribe Kirmen
  • 9 de octubre Amigas para siempre: Nubosidad variable, Carmen Martín Gaite
  • 13 de noviembre Desesperanza: La virgen de los sicarios, Fernando Vallejo
  • 11 de diciembre Maneras de vivir: Purgatorio, Joan Francesc Mira

domingo, 11 de diciembre de 2011

Sobre el 8 de noviembre: García Márquez


A veces sucede que no viene a la reunión quien había propuesto el libro y lo deja sin defensa. Así paso con El amor en los tiempos del cólera. “No es la novela de García Márquez que yo hubiera propuesto” fue una frase repetida; aun reconociendo sus grandes dotes de narrador, con esta no convenció.

Deshilvanada y comercial
“Logra un ambiente muy particular, pero más conseguido en los primeros capítulos”
“Es un buen contador de anécdotas, pero como están deshilvanadas…”
“En Cien años de soledad sí van hilvanadas”
“Pierde el hilo, luego lo retoma…”
“Es un gran narrador, su prosa es envolvente”
“Pero esta es una novela comercial y encima con final feliz”
“El título sugiere que va a acabar bien”
“Que el amor triunfará”
“Realmente hay muchas formas de amor”
“Y sexo. Debería haber rebajado las andanzas sexuales de Ariza, que me parecen repetitivas, quizá es porque él mismo ha sido un gran mujeriego”
“Yo también creo que le gusta escribir sobre ello”

Amor mágico
“El siglo XX apenas sale en sus novelas; en este sentido, me recuerda a Mercè Rodoreda, que parece incómoda con el tiempo en que vive y queda encerrada en una época pasada”
“La diferencia es que Rodoreda vivió en esa época, lo normal es que escribas sobre tu juventud”
“A mí me parece que lo que hace García Márquez es contar las historias que le contaron, viene de una tradición oral y él la escribe, es un gran contador de historias”
“Un cuentacuentos”
“A mí me gusta su sentido del humor, patente en escenas como la de la fiesta echada a perder por la lluvia o la historia del loro”
“Yo lo encuentro sentencioso, se concentra en hacer frases lapidarias”
“Pues yo no lo detecto y mira que me fastidia mucho, no veo que sermonee, quizá sea que lo tiñe tanto en lo que está contando que no lo noto”
Cien años de soledad es un libro prácticamente perfecto, a mí me gusta a pesar del realismo mágico”
“En este libro no encuentro que haya mucho realismo mágico”
“Es amor mágico, que viene a ser lo mismo”

Vejez
“Según cómo lo mires tiene pocos personajes y según cómo muchos. Hay tres y los demás son atrezo”
“Me gusta cómo describe a los personajes principales, aunque no te permite hacerte una idea exacta de cómo son. Fermina Daza es una esfinge, no parece capaz de amar, e incluso de su descripción no sacas en claro cómo es físicamente”
“Una de las cosas que menos me gustaron tiene que ver con ella, no me gusta que a la vuelta de París se traiga como recuerdos Los cuentos de Hoffman, Oscar Wilde… No es una mujer culta, no tiene sentido”
“El único real es el doctor Juvenal Urbino”
“Sí, porque tampoco es real Florentino Ariza”
“Sin embargo, ocultárnosla a ella tiene un fin. De hecho, hasta muy avanzada la novela no se revela que había mantenido interés por Ariza toda su vida, tiene que ver con su forma de narrar”
“Me ha impresionado cómo describe la vejez, eso de que pesan los órganos… Es una descripción de novelista”
“El hombre envejece más tarde pero más rápido y luego es la mujer quien lo ayuda, pero discretamente, le susurra para guiarle sin herir su orgullo”

Colombia
“La novela me parece una oportunidad perdida de hablar de Colombia más en profundidad, se retrata decadente pero te quedas con ganas de más”
“Fernando Vallejo, en cambio, explica la decadencia de Colombia muy crudamente y no hace 80 años sino ahora”
“Hay mucha pereza en este libro”
“No le interesa profundizar, no sería comercial”

jueves, 8 de diciembre de 2011

13 de diciembre: NY 50s


Galardonado con el Pulitzer en 1976 por la novela que comentaremos y unos meses después con el Nobel, el reconocimiento mundial de Bellow llegó tarde aquí; al parecer, malas traducciones tuvieron la culpa. Sucede con muchos autores pero, en este caso, “la mala traducción no se limitaba a dificultar la lectura, sino que la transformaba en algo inexplicable: una delicada sinfonía mental que era interpretada por una orquesta cuyos miembros hubiesen intercambiado sus instrumentos”, según el crítico literario Pablo Martínez Zarracina, que resume la grandeza de Bellow en tres grandes rasgos: una erudición incontenible, un estilo apabullante y unos personajes memorables a la vez que humanos.
Junto con Las aventuras de Augie March, Herzog y Más mueren por desamor, publicadas al ritmo de una por década, El legado de Humboldt constituye una de las grandes novelas de Bellow, “el Eclesiastés reescrito en versión humorística”, según Philip Roth. En todas ellas, afirma otro estudioso del autor, Bellow sigue un mismo esquema narrativo: “El típico protagonista belloviano, alter ego del propio Bellow, está en conflicto permanente con una mujer a la que adora aunque se siente maltratado y vampirizado por ella; a su vez se entretiene con una o varias amantes; lucha dialéctica y trágicamente por salvarse y por salvar a la humanidad, fracasando cómicamente en este empeño y quedando en estado de suspensión final.” Aquí os dejamos con Charlie Citrine, divaga que te divaga recordando a su viejo amigo Humboldt Fleisher:

Me gustaría saber por qué soy tan leal con los muertos. Oyendo hablar de sus muertes, a menudo me digo que debo seguir adelante en su nombre y hacer su trabajo, terminar su tarea. Naturalmente, eso no podía hacerlo. En lugar de ello, me encontré con que algunas de sus características comenzaban a imprimirse en mí. A medida que avanzaba el tiempo, por ejemplo, descubrí que me iba convirtiendo en un ser absurdo al estilo de Von Humboldt Fleisher. Cada vez más, se hizo evidente que él había actuado como mi agente. Yo mismo, una persona de amable disposición, había tenido a Humboldt expresándose salvajemente por mi culpa, por satisfacer alguno de mis deseos. Esto explicaba mi inclinación hacia ciertos individuos: Humboldt o George Swiebel, e incluso una persona como Cantabile. Este tipo de delegación psicológica puede tener sus orígenes en el gobierno representativo. Sin embargo, cuando un amigo expresivo moría, las tareas delegadas volvían a mí. Y como yo era también el delegado expresivo de otras personas, esto acaba por convertirse en un auténtico infierno. ¿Continuar por Humboldt? Humboldt deseaba rodear de resplandor al mundo, pero no disponía de suficiente material. Sus intentos terminaban en el vientre. Lo que colgaba debajo, desnudo y peludo, es bien conocido. Humboldt era un hombre encantador y generoso, con un corazón de oro. No obstante, su bondad era la clase de bondad que actualmente la gente considera anticuada. El resplandor que él conocía era el resplandor vetusto, y escaseaba. Lo que necesitábamos era enteramente una nueva luz.
Saul Bellow, El legado de Humboldt

Más sobre Bellow en:
  • "Saul Bellow, entre el modernismo y el posmodernismo", por Francisco Javier González, en VVAA: Actas de las primeras jornadas de lengua y literatura inglesa y norteamericana (Logroño, 1990). Pese a que la crítica ha incluido a Bellow en el modernismo, el posmodernismo, el realismo tradicional, el naturalismo americano e incluso el neorromanticismo, según el autor, Bellow no encaja bien en ninguna de esas corrientes, aunque tiene algo de todas ellas.
  • "El legado de Bellow", por Pablo Martínez Zarracina, en El Correo. Artículo publicado con ocasión de la “magnífica traducción” de Vicente Campos para Galaxia Gutenberg de El legado de Humboldt , quizá la novela “más asombrosa” de Bellow.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

8 de noviembre: Triángulo amoroso


Reiteraciones, similicadencias reforzantes (“más ardor y más dolor y más amor”), la marca obsesionante del dilatado plazo de espera (51 años, 9 meses y 4 días) o la reiteración de adjetivos y del esquema sintáctico (“había una sola luz en una sola ventana de una sola casa”) que contribuye a agudizar la conciencia de soledad, así como el acostumbrado uso de americanismos, son algunos de los logros estilísticos reseñados por José María Viña Liste de la novela que comentaremos, un kamasutra caribeño donde el amor está representado en todos sus registros y códigos posibles, según otro estudioso del autor, Michael Palencia-Roth, que refiere las críticas feroces que acogieron a la primera novela de García Márquez después de recibir el premio Nobel.

Publicada por primera vez en 1985, El amor en los tiempos del colera narra la historia de amor de dos parejas. Según confesó el propio autor en una entrevista referenciada en la Wikipedia, el amor de los ancianos Fermina Daza y Florentino Ariza se basa en una historia que leyó en un periódico sobre la muerte de dos estadounidenses, de casi 80 años de edad, que se reunían todos los años en Acapulco y cuyo asesinato a manos de un barquero sacó a la luz su romance secreto, mientras que el inocente cortejo epistolar que mantienen en su juventud se inspiró en la historia de amor de sus padres, con la única diferencia es que sus padres se casaron y “tan pronto como se casaron, ya no eran interesantes como figuras literarias”.

Florentino Ariza escribía todas las noches sin piedad para consigo mismo, envenenándose letra por letra con el humo de las lámparas de aceite de corozo en la trastienda de la mercería, y sus cartas iban haciéndose más extensas y lunáticas cuanto más se esforzaba por imitar a sus poetas preferidos de la Biblioteca Popular, que ya para esa época estaba llegando a los ochenta volúmenes. Su madre, que con tanto ardor lo había incitado a solazarse en su tormento, empezó a alarmarse por su salud. “Te vas a gastar el seso le gritaba desde el dormitorio cuando oía cantar los primeros gallos . No hay mujer que merezca tanto.” Pues no recordaba haber conocido a nadie en semejante estado de perdición. Pero él no le hacía caso. A veces llegaba a la oficina sin dormir, con los cabellos alborotados de amor, después de haber dejado la carta en el escondite previsto para que Fermina Daza la encontrara de paso hacia el colegio. Ella, en cambio, sometida a la vigilancia del padre y a la acechanza viciosa de las monjas, apenas si lograba completar medio folio del cuaderno escolar encerrada en los baños o fingiendo tomar notas durante la clase. Pero no sólo por las prisas y sobresaltos, sino también por su carácter, las cartas de ella eludían cualquier escollo sentimental y se reducían a contar incidentes de su vida cotidiana con el estilo servicial de un diario de navegación.

Gabriel García Márquez, El amor en los tiempos del cólera

Más sobre García Márquez en:

domingo, 16 de octubre de 2011

Sobre el 11 de octubre: Dostoievksi


Iniciamos la sesión sobre Dostoievski hablando de la traducción de Joan Sales de Los hermanos Karamazov, de las diferencias con las ediciones en castellano (discusión que ya se había iniciado en comentarios a la entrada anterior) y del poco respeto que ha existido hacia un libro clásico, publicado en versión abreviada sin avisar al desprevenido lector.

Una gran traducción
“En la Wikipedia he visto que la traducción catalana que estoy leyendo, la de Joan Sales, se considera de las mejores”
“Pues viendo vuestros libros me doy cuenta de que he leído una versión abreviada, ya me pareció que estaba mal traducida, pero estaba tan contenta de habérmelo leído tan rápido… Bueno, ya lo había leído cuando era joven, volveré a leerlo, esta vez la versión íntegra”

Un buen hombre
“Es un libro que debes leer más de una vez. En esta lectura me he dado cuenta de que aunque hay muchos personajes, pocos están desaprovechados. Miusov, por ejemplo, para qué está: es el representante de la alta sociedad que critica la religión porque está de moda, que critica los libros sagrados sin haberlos leído, sería el snob. ¿Y Kalganov? Es quien al final de la novela trata de manera digna a Dimitri”
“Es un libro doctrinal”
“Sí, y de derechas, no sé qué pasa que escojo todos los libros de derechas. Cuando sabes su biografía, lees sus escritos... Me gustaría haberlo conocido, porque me parece un buen hombre, es una de esas personas con quien me hubiera gustado hablar”
“Alcohólico, epiléptico, ludópata... Tuvo una vida muy intensa y finalmente encontró el consuelo en la religión”
“Su cambio ideológico fue una cuestión de supervivencia, porque estuvo recluido por motivos políticos sin límite de tiempo, hasta que se le considerara redimido”
“Tuvo el mérito de vivir en la penuria y saber retratarla”

Paneslavismo
“Es un libro de tesis, paneslavista, los hechos demuestran la tesis de que la esperanza está en la religión, Rusia se salvará por sus propias raíces, su religión. El starets Zósimo llega a decir que quien no cree en Dios, no cree en su pueblo, que si eres ateo, estás desligado de tu tierra natal”
“Cuando se pone tan doctrinal me distancio, pero son partes muy interesantes. Se le ha criticado mucho que se desvíe del hilo principal, pero no se dice que está tan bien escrito que vale la pena leerlo”
“Son episodios para ilustrar una postura. Se trata de una visión del mundo totalmente maniquea, lo cual no quiere decir que no me parezca un buen escritor. Quien lo pone a caldo es Nabokov, que se centra sobre todo en Crimen y castigo

Saltarse las reglas
“Es desordenado y llega a repetirse en el mismo párrafo”
“Se publicó como serial, así que interesaba que fuera largo”
“Académicamente se salta todas las reglas, formula puntos de vista pero no está al servicio de la trama, sino de lo que busca: adoctrinar”
“Entre sus méritos está construir muy bien los monólogos”

Tipos humanos
“Y sus tipos humanos son impresionantes”
“Está claro que fue un gran psicólogo”
“Y los personajes son coherentes en su desarrollo”
“Ves claro que Dimitri va a su perdición. A mí me recuerda El sonido y la furia, aunque no tenga nada que ver con Faulkner, al capítulo que relata los preparativos de la muerte de Quentin”
“El sentido de su condena es su redención”
“Igual que la de Raskolnikov al final de Crimen y castigo

martes, 4 de octubre de 2011

11 de octubre: Líos de familia


De Dostoievski podría decirse que es un ejemplo de un escritor con una biografía digna de constar en una novela. Hijo de unos pequeños propietarios rurales que acabarían arruinados y tuvieron que trasladarse a la ciudad, su madre murió tísica y su padre cargado de deudas. Los problemas monetarios serán una constante en la vida de Dovstoievski.
A causa de haber firmado una carta en contra de la esclavitud de los siervos fue procesado como activista político y condenado a muerte, pena que le fue conmutada por el destierro a Siberia. Siendo un reo político, su sentencia de destierro no especificaba un límite máximo a partir del cual pudiese considerarse que las deudas con la sociedad estuvieran saldadas sino que el reo no era reintegrado a la sociedad hasta que se considerase que su ideología fuese la correcta. Por suerte para él, Dostoievski pudo volver a la parte europea de Rusia en “tan sólo” cinco años, pero su emancipación completa no llegó hasta cumplirse otros cinco años. Otra de las vicisitudes que marcó su vida y que casi siempre se refleja en todas sus obras es su epilepsia.
Desde el punto de vista literario me llama la atención en su obra su maestría para construir monólogos y, especialmente en Los hermanos Karamazov la fidelidad a sus personajes. Desde que aparecen están definidos psicológicamente y prácticamente ninguno de sus actos contradice su manera de ser.
A continuación he escogido un trozo de la obra, a caballo entre el dialogo y el monólogo,donde una penitente pide ayuda para combatir su desesperanza, ya que ha perdido un hijo (Dostoievski escribía esto cuando hacía poco que su mujer había perdido un hijo):
—He aquí una que viene de lejos —dijo el starets, señalando a una mujer todavía joven, pero exhausta y muy delgada, y de rostro tan curtido que parecía negro.
Esta mujer estaba arrodillada y fijaba en el starets una mirada inmóvil. En sus ojos había un algo de extravío.
—Sí, padre; vengo de lejos. Vivo a cuatrocientas verstas de aquí. De lejos, padre, de muy lejos.
Dijo esto una y otra vez mientras balanceaba la cabeza de derecha a izquierda, con la cara apoyada en la palma de la mano. Hablaba como lamentándose.
En el pueblo hay un dolor silencioso y paciente, que se concentra en sí mismo y enmudece. Pero también hay un dolor ruidoso, que se traduce en lágrimas y lamentos, sobre todo en las mujeres. Este dolor no es menos profundo que el silencioso. Los lamentos sólo calman desgarrando el corazón. Este dolor no quiere consuelo: se nutre de la idea de que es inextinguible. Los lamentos no son sino el deseo de abrir aún más la herida.
—Usted es ciudadana, ¿verdad? —preguntó el starets, mirándola con curiosidad.
—Sí, padre: somos campesinos de nacimiento, pero vivimos en la ciudad. He venido sólo para verte. Hemos oído hablar de ti, padre mío. He enterrado a mi hijo, que era un niño pequeño: Para rogar a Dios, he visitado tres monasterios, y me han dicho: «Ve allí, Nastasiuchka», es decir, a verle a usted, padre mío, a verle a usted. Y vine. Ayer fui a la iglesia y hoy he venido aquí.
—¿Por qué lloras?
—Por mi hijo. Le faltaban tres meses para cumplir tres años. El recuerdo de este hijo me atormenta. Era el menor. Nikituchka y yo hemos tenido cuatro, pero no nos ha quedado ninguno, mi bienamado padre, ninguno. Enterré a los tres primeros y no sentí tanta pena. Pero a este último no puedo olvidarlo. Me parece tenerlo delante. No se va. Tengo el corazón destrozado. Contemplo su ropita, su camisa, sus zapatitos y me echo a llorar. Pongo, una junto a otra, todas las cosas que han quedado de él, las miro y lloro.
Dije a Nikituchka, mi marido: “Oye, déjame ir en peregrinación...” Es cochero, padre mío. Tenemos bienes. Los caballos y los coches son nuestros. Pero ¿para qué los queremos ahora? Mi Nikituchka debe de estar bebiendo desde que le dejé. Lo ha hecho otras veces: cuando lo dejo pierde los ánimos. Pero ahora no pienso en él. Ya hace tres meses que he dejado la casa, y lo he olvidado todo, y no quiero acordarme de nada. ¿Para qué me sirve mi marido ahora? He terminado con él y con todos. No quiero volver a ver mi casa ni mis bienes. Ojalá me hubiese muerto.
—Oye —dijo el starets—, un gran santo de la antigüedad vio en el templo a una madre que lloraba como lloras tú, porque el Señor se le había llevado a su hijito. Y el santo le dijo: “Tú no sabes lo atrevidos que son estos niños ante el trono de Dios. En el reino de los cielos no hay nadie que tenga el atrevimiento que tienen esas criaturas. Le dicen a Dios que les ha dado la vida, pero que se la han vuelto a quitar apenas han visto la luz. Y tanto insisten y reclaman, que el Señor los hace ángeles. Por eso debes alegrarte en vez de llorar, ya que tu hijito está ahora con el Señor, en el coro de ángeles.” Esto es lo que dijo en la antigüedad un santo a una mujer que lloraba. Era un gran santo y lo que decía era la pura verdad. Así, tu hijo está ante el trono del Señor, y se divierte y ruega a Dios por ti. Llora si quieres, pero alégrate.
La mujer lo escuchaba con la cabeza inclinada y la cara apoyada en la mano.
—Lo mismo me decía mi Nikituchka para consolarme: “No hay motivo para que llores. Seguro que nuestro hijo está cantando ahora en el coro de ángeles ante el Señor.” Y mientras me decía esto, lloraba. Yo le decía: “Sí, ya lo sé: está con el Señor, porque no puede estar en otra parte. Pero no está aquí, cerca de nosotros, como estaba antes...” ¡Oh, si yo pudiera volver a verlo una vez, aunque sólo fuera una vez, sin acercarme a él, sin decirle nada, escondida en un rincón! ¡Si pudiera verle un instante, oírle jugar y verle llegar de pronto, gritando con su vocecita: “¿Dónde estás, mamá?”, como hacía tantas veces! ¡Si yo pudiera oírle corretear por la habitación, venir a mí corriendo, riendo y gritando, como recuerdo que solía hacer! ¡Si pudiese aunque sólo fuera oírle! ¡Pero no está en la casa, padre mío, y no podré oírle nunca más! Mira su cinturón. Pero él no está, no volverá a estar nunca.
Sacó de su pecho un diminuto cinturón. Apenas lo vio, empezó a sollozar, cubriéndose el rostro con las manos, entre cuyos dedos fluían las lágrimas a torrentes.
—¡Mirad! —exclamó el starets—. Es la antigua Raquel que llora a sus hijos, sin que haya para ella consuelo, porque ya no están en el mundo. Esta es la suerte que se reserva aquí abajo a las madres. No te consueles, no hace falta que tengas consuelo.
Llora. Pero cada vez que llores, acuérdate de que tu hijo es un ángel de Dios, que desde allá arriba lo mira y lo ve, y que tus lágrimas le complacen y las muestra al Señor. Derramarás lágrimas todavía mucho tiempo, pero, al fin, sentirás una serena alegría, y las lágrimas que ahora son amargas serán entonces purificadoras lágrimas de ternura que borran los pecados. Rogaré por el descanso del alma de tu hijo. ¿Cómo se llamaba?
—Alexei, padre mío.
—Es un bonito nombre. Su patrón era el varón de Dios Alexei, ¿verdad?
—Sí, padre: Alexei, varón de Dios.
—¡Qué gran santo! Rogaré por tu hijito: no olvidaré tu aflicción en mis oraciones. Y también rogaré por la salud de tu marido. Pero ten en cuenta que es un pecado abandonarle. Vuelve a su lado y cuida de él. Desde allá arriba tu hijo ve que has abandonado a su padre, y esto le aflige. ¿Por qué turbas su paz? Tu hijito vive, pues el alma tiene vida eterna; no está en la casa, pero lo tienes cerca de ti, aunque no lo veas. Sin embargo, no esperes que vaya a tu casa si te oye decir que la detestas. ¿Para qué ha de ir, si en la casa no hay nadie, si en ella no puede encontrar a su madre y a su padre juntos? Ahora llegaría, te vería atormentada y te enviaría apacibles sueños. Vuelve hoy mismo al lado de tu esposo.
—Te obedeceré, padre mío, iré. Has leído en mi corazón. ¡Espérame, Nikituchka, espérame, querido!
Fiodor Dostoievski, Los hermanos Karamazov


domingo, 2 de octubre de 2011

Sobre el 13 de septiembre: Daniel Glattauer


La lectura de verano logró su objetivo. Corta y ligera, Contra el viento de norte propició, al fin, una tertulia en la que el argumento volvió a ser protagonista. Aquí no volcamos, sin embargo, las discusiones en torno a la historia de Emmi y Leo, para eso, mejor dejarse llevar por una novela que se lee en un suspiro y que seguramente por eso se ha convertido en "un bestseller atípico".

La virtud de la brevedad
"Hay libros que tienen una coherencia interna que los lleva a alguna parte. Este puede acabar de cualquier manera"
"¿Y en alemán mejora?"
"No mejora"
"Pues será un bodrio, pero tiene la virtud de la brevedad. La mesa entera se lo ha leído, no es algo que suceda tan a menudo"

Adictiva
"Ha tenido mucho éxito, sobre todo en Alemania. Os la recomendé porque vi cómo todas mis compañeras de trabajo se enganchaban después de leer el primer capítulo, que la editorial colgó en su web, ¡el final de ese primer capítulo engancha!"
"Pues yo no me acuerdo"
"Será que eres hombre"

Demasiado femenino
"El personaje femenino está conseguido"
"Sí, es muy insoportable"
"A mí me parece demasiado femenino para haber sido escrito por un hombre"
"¿Quieres decir que es gay? A mí me parece que lo es"
"Si no es gay, es un genio"

Por e-mail
"Siendo e-mails te acabas enterando de lo que pasa"
"Sí, es interesante que sean e-mails, te tienes que imaginar mucho más"
"Pero está conseguido. Es fácil seguir la trama"
"Tampoco es que sea tan complicada. En el otro libro que he leído escrito a base de e-mails, El corazón de Voltaire, intervienen muchos más personajes y el autor, Luis López Nieves, consigue diferenciar cada uno por la manera de escribir sus mensajes"
"Está bien llevado, resulta creíble cómo se desarrolla la relación a partir de un e-mail"
"Pues en la segunda lectura te das cuenta de que la historia no se aguanta por ningún sitio"
"A mí no me pareció forzado"
"El encuentro del bar sí me parece forzado"
"A mí no me gustó mucho eso"
"Pues a mí me enganchó a partir de ahí"

Rizando el rizo
"El final sí que queda un poco artificial"
"Para mí lo hace demasiado largo y rizando el rizo"
"No me gustó que el marido interviniera"
"Es una manera de alargarlo, pero la situación no es creíble"
"Pues si te lees el segundo... eso sí que es inaguantable"
"En la edición austriaca se tratan de usted en todo el libro, allí son más formales, pero no es normal que se tiraran así un año"
"Estos libros, escritos por un italiano o un español, no duran ni un capítulo"
"Es una cuestión individual, no tiene que ver con la nacionalidad"
"Y no es algo tan raro. Otro autor que habla de una relación sin ningún contacto físico es Mishima en El rumor del oleaje"

miércoles, 7 de septiembre de 2011

13 de septiembre: Tienes un e-mail


A la vuelta del verano, os proponemos una novela romántica que recupera el género epistolar. Contra el viento del norte ha servido a Daniel Glattauer para vender un millón de ejemplares en Alemania y Austria. Por estos lares, ha funcionado a base de boca-oreja: la estrategia de Alfaguara de colgar el primer capítulo es efectiva porque ¡engancha! Y se lee en cuestión de minutos, no en vano, está construida íntegramente a base de correos electrónicos. Pensábamos que era la primera, pero se adelantó el puertorriqueño Luis López Nieves con El corazón de Voltaire, una novela con el mismo peligro: quien la empieza está condenado a terminarla.
Contra el viento del norte se inicia con el correo electrónico que Emmi Rothner escribe a una editorial para darse de baja de una revista. Enfadada por la falta de respuesta, sus e-mails son cada vez más furibundos, hasta que un día recibe respuesta de un tal Leo Leike, cuya dirección sólo se distingue en una letra de la de la editorial. Meses después, Leo recibe una felicitación navideña destinada a los clientes de Emmi y le responde. Así comienza su relación, construida, como la novela, exclusivamente por correos electrónicos:

15 minutos después
Re:
Querido señor Leike:
Ahora sí que me sabe fatal. Por desgracia, tengo un defecto crónico «ei», mejor dicho, «e» delante de «i». Cuando escribo deprisa y viene una «i», se me escurre siempre una «e». Lo que sucede es que las yemas de mis dos dedos corazón se hacen la guerra en el teclado. La izquierda siempre quiere ser más rápida que la derecha, pues soy zurda de nacimiento y en el colegio me invirtieron la polaridad. Hasta hoy, la mano izquierda no me lo ha perdonado. Siempre mete una «e» con la yema del dedo corazón antes de que la derecha pueda poner una «i». Disculpe la molestia, (probablemente) no volverá a ocurrir.
Que tenga una buena tarde,
E. Rothner

Cuatro minutos después
Fw:
Querida señora Rothner:
¿Me permite hacerle una pregunta? Y otra más: ¿cuánto tiempo le ha llevado escribir el mensaje donde explica su defecto «ei»?

Reciba un afectuoso saludo,
Leo Leike
Tres minutos después
Re:
Le devuelvo dos preguntas: ¿cuánto tiempo cree usted que me ha llevado? y ¿por qué lo pregunta?

Ocho minutos después
Fw:

Calculo que no le habrá llevado más de veinte segundos. En tal caso, la felicito: en ese tiempo tan breve le ha salido un mensaje perfecto. Me ha hecho sonreír. Y eso es algo que probablemente ya nada ni nadie consiga esta tarde. Respecto a su segunda pregunta acerca de por qué lo pregunto: en este momento me dedico profesionalmente al lenguaje del correo electrónico. Y volviendo a mi pregunta: no más de veinte segundos. ¿He acertado?
Daniel Glattauer, Contra el viento del norte
Más sobre Glattauer en:

lunes, 29 de agosto de 2011

Sobre el 12 de julio: William Faulkner


Asustados como estábamos por la fama de difícil de Faulkner, llegamos a la sesión dedicada a El ruido y la furia, con el libro leído, opiniones coincidentes y la satisfacción de haber entendido “algo”.

Una novela muy faulkneriana
“Es una novela muy faulkneriana, reúne todas sus obsesiones, pero no habría empezado por esta, Luz de agosto es más fácil, es la más convencional”
“Es difícil entender lo que pasa, parece imposible conocer la verdad”
“La clave es no obsesionarse por entender”
“Es un novelista excepcional pero no da facilidades al lector”
“Se nota que es un poeta frustrado”
Descriptor de estados alterados
“El inicio de la secuencia de Quentin, la descripción de sus acciones, es de gran belleza”
“Pero es la más difícil”
“La de Benjy parece difícil al principio, pero a base de releer se acaba entendiendo, los esclavos que lo van cuidando sirven de referencia”
“En esa secuencia me parece magistral el modo de hilar los distintos periodos temporales”
“Lo que queda claro es que es un gran descriptor de estados alterados”
“El personaje que más me ha gustado es Caddy”
“Para mí es la protagonista, aunque no tenga secuencia propia, sólo sabemos de ella por las referencias de los demás personajes, es una protagonista que apenas sale”
Cruce entre Joyce y Balzac
“Tiene fijación por Shakespeare”
“Fue un autor de gran cultura, aunque se hacía el palurdo. Su modelo es Balzac, la novela decimonónica, que deconstruye. Es un cruce entre Joyce y Balzac”
“El autor que más se le acerca en la actualidad es Thomas Pynchon, Philip Roth es más clásico. Pero a Pinchot no lo recomiendo, es muy duro, Faulkner también, pero al menos es más corto”

sábado, 9 de julio de 2011

Sobre el 14 de junio: Will Eisner


Una novelante con ganas de aprender sobre cómics y muchas preguntas sobre la mesa... Por ella la entrada de este mes tiene forma de preguntas-respuesta, así fue la reunión de novelantes dedicada al Viaje al corazón de la tormenta de Will Eisner.
¿Por qué se le considera el padre de la novela gráfica?
“Porque con obras como Contrato con Dios dignificó el cómic, lo hizo adulto”
“Pero Dick Tracy o El príncipe valiente también lo son para mí, yo creo que lo de novela gráfica es una etiqueta”
“A mí me gusta más esta que Contrato con Dios. Esta es más redonda, en Contrato con Dios hay demasiada densidad, la historia es buena pero te das cuenta cuando la has acabado”
“Yo ya había leído Viaje al corazón de la tormenta pero ahora he visto cosas nuevas, como la unidad del tema: el prejuicio”
No es muy habitual que el guionista sea al mismo tiempo autor
“En Europa sí, en América no, pero es así por necesidades de producción, el modo de producir allí es muy especializado”
“También hay casos en que no sale citado, como Alex Raymond y también sucedió con Hal Forster, que cuando se hizo mayor no podía ya dibujar pero siguió haciendo guiones, aunque no se le atribuyeran”
Es interesante la manera de plantear las viñetas
“Es una característica típica suya, por ejemplo, la primera viñeta de Spirit siempre es magistral, porque avanza lo que se va a contar”
“Me ha gustado cómo marca las historias de sus padres, sobre fondo negro”
Lo he encontrado muy cinematográfico
“Pero aprovecha los recursos narrativos de manera muy distinta al cine. En este sentido es muy distinto a Frank Miller, que tiene una manera de contar muy cinematográfica. Por eso Sin City funciona y la película que hicieron sobre Spirit no”
“Un recurso que utiliza es que cada vez que aparece un tren, hay una historia nueva, funciona como hilazón”
“La escalera es un ejemplo perfecto para ilustrar la diferencia entre ambas narrativas, en el cine se resuelve mediante elipsis, en el cómic no se puede hacer una elipsis para saltarse la acción de subir una escalera, no funciona, no se entiende. En este cómic, Eisner lo resuelve muy bien cuando cuenta el modo en que el padre del protagonista se libra de pelearse con un matón”
“Es una escena muy buena, muy divertida”
¿Por qué Spirit revolucionó el cómic?
“Por sus hallazgos gráficos, es un maestro de la narrativa, hay otros muy grandes, pero no habrá otro como él. Entre sus imitadores es particularmente bueno el autor de Blankets, Craig Thompson”
“Pero en Blankets el uso de los recursos narrativos es más esteticista, en Eisner están al servicio de la historia”
“En El cómic como arte secuencial se ve que es un teórico de la narrativa”
¿Fue concebido en color o en blanco y negro?
Spirit fue concebido para ser en color, pero por problemas de producción fue en blanco y negro”
“El color era solo los domingos”
“Trabajar en blanco y negro le sirvió para aprender sus posibilidades expresivas e hizo así todas sus novelas gráficas”
Me sorprende que tuviera tanto éxito, porque el estilo es muy añejo, visualmente, me parecía estar viendo una peli de Orson Welles
“Y precisamente Orson Welles fue un revolucionario. La manera de dibujar de Eisner es clásica, se parece a Daumier, que también era costumbrista. Lo que lo diferencia es la forma de narrar, sigue sin tener nada que ver con cualquier cosa que haga en la actualidad. Narrativamente sigue siendo un revolucionario”

miércoles, 6 de julio de 2011

12 de julio: Historias del sur


“The way to dusty death. Out, out, brief candle! / Life's but a walking shadow, a poor player / That struts and frets his hour upon the stage / And then is heard no more: it is a tale / old by an idiot, full of sound and fury, / Signifying nothing” (“El camino a la muerte polvorienta. ¡Muere, muere vela fugaz! / La vida no es más que una sombra andante jugador deficiente / Que apuntala y realza su hora en el escenario / Y después ya no se escucha más. Es un cuento / Relatado por un idiota, lleno de ruido y furia, / Sin ningún significado”).

En un soliloquio del Macbeth de Shakespeare se encuentra la explicación al título de la novela que comentamos este mes, El ruido y la furia. Precedida por su fama de difícil y hasta ininteligible en sus dos primeros capítulos (un novelante nos recomendó, antes de empezarla, leer la sinopsis en la Wikipedia), la cuarta novela de William Faulkner conjuga experimentación técnica (múltiples narradores, saltos temporales, libre fluir de la conciencia...) y la obsesión del autor por retratar el “sur profundo”: narra la decadencia de un viejo linaje, la familia Compson, en los albores del crac del 29. En el párrafo que ofrecemos, oímos la voz de Benjy,el primero de los narradores, el niño hombre, que, al anochecer, queda al cuidado de su amada hermana Caddy:

La habitación se volvió negra, excepto la puerta. Luego la puerta se volvió negra. Caddy dijo, “Calla, Maury”, poniendo su mano encima de mí. Así que me quedé callado. Nos oíamos a nosotros mismos.

Oíamos la oscuridad.

Se marchó, y Padre nos miraba. Miró a Quentin y a Jason, luego vino y besó a Caddy y puso su mano sobre mi cabeza.

“Es que Madre está muy enferma”. dijo Caddy. “No”. dijo Padre. “Vas a cuidar bien de Maury”.

“Sí”. dijo Caddy.

Padre fue a la puerta y volvió a mirarnos. Luego regresó la oscuridad y él permaneció en la puerta, negro, y luego la puerta volvió a ponerse negra. Caddy me abrazó y yo nos oía a nosotros, y a la oscuridad, y a algo que se podía oler. Y después, vi las ventanas, donde los árboles susurraban. Después la oscuridad comenzó a moverse con formas suaves y brillantes, como pasa siempre, incluso cuando Caddy dice que he estado durmiendo.

William Faulkner, El ruido y la furia

Más sobre Faulkner en:

  • William Faulkner on the Web. Esta página dedicada al autor, que incluye un anecdotario, aparte de la consabida nota biográfica y estudios, se abre con un Welcome to Yoknapatawpha County, la región inventada por Faulkner en la que transcurren varias de sus novelas.

miércoles, 8 de junio de 2011

14 de junio: forjando el futuro


Considerada obra cumbre de una figura clave del cómic, Viaje al corazón de la tormenta es una novela autobiográfica que relata los primeros años de Will Eisner. Nacido en Nueva York en 1917, Eisner revolucionó el cómic con un solo personaje: Spirit. Sin embargo, de su estuche de dibujo y su imaginación, salieron muchísimos otros, pues como relata en otra obra autobiográfica, El soñador, para cumplir su sueño de ganarse la vida dibujando, creó, allá por los años 30, un sinfín de personajes en las revistas que él mismo editaba.

La novela que comentaremos se inicia en la II Guerra Mundial; en un viaje en tren al campamento militar, tras ser llamado a filas, el joven Eisner recuerda su infancia y adolescencia. “Este libro, acabado en el año 90 del siglo XX, relata la historia de mi iniciación en el alba de lo que generalmente se considera como la nueva era”, dice el autor en la presentación de la novela, una era en la que los prejuicios raciales parecen superados: “En estos tiempos, la mayoría de los afroamericanos se describen a sí mismos por el color de la piel sin ningún afán apologético. Los hispanos exhiben orgullosamente su cultura y su idioma, y los jóvenes judíos aparecen con osadía en las calles llevando un símbolo de su fe, el yarmulke.” No obstante, concluye él mismo, “por si esta visión fuera demasiado optimista, deseo compartir con ustedes mi viaje al corazón de la tormenta”. A continuación reproducimos una de las primeras páginas del cómic, que muestra cómo el ritmo narrativo introduce al lector en la historia:

Más información sobre Eisner en:

domingo, 29 de mayo de 2011

Sobre el 10 de mayo: Vasili Grossman


El resumen de la sesión dedicada a la novela Vida y destino de Valeri Grossman es más corto de lo habitual porque la tertulia derivó en metatertulia y eso no lo guardamos en los apuntes. Os animamos a leer esta novela si queréis vivir de primera mano el estalinismo y la batalla de Stalingrado.

Plan quinquenal

“El libro está muy bien, pero hay tantos personajes que me lía. Suerte del índice. Intenta hacer una reedición de Guerra y paz, pero sin que los personajes evolucionen, no digo que no estén trabajados, pero no evolucionan”

“Es como un plan quinquenal, largo y torpe. Debería haberse quedado en 700 páginas, más hábilmente narradas”

“Como otros escritores rusos, sigue un modelo nefasto, la novela Resurrección, de Tolstoi. Pero en este caso concreto, faltan tijeras”

“El problema es que introduce reflexiones que no siguen una progresión, son esporádicas, no hay una trayectoria que cristalice en una idea”

Un estilo descuidado

“Se le nota que es periodista y que lo suyo es hablar de todo un poco. Supongo que mucho de lo que cuenta lo vivió”

“Para mí las mejores partes del libro son aquellas en las que muestra haber estado en el frente. Cuenta las vivencias de los soldados muy vívidamente”

“Pero por su propia fuerza el libro no te arrastra, tienes que poner de tu parte para seguir. El estilo está muy descuidado”

Testimonio

“Él ha sido cómplice de lo que denuncia. Trata de buscar una respuesta a cómo se puede caer en eso. Permite saber qué fue el estalinismo para quienes lo sufrieron”

“Pero hay infinidad de estudios que lo han reflejado mucho mejor, se cuenta de un modo naif”

“Y me parece muy adecuado que lo sea, porque lo cuenta desde el punto de vista de quien lo sufre, no del estudioso”

domingo, 8 de mayo de 2011

Sobre el 12 de abril: Luis Piñer


Esta entrada reflejará menos que nunca lo expresado en la sesión dedicada al Recordatorio de Ramón Cuesta. Un librito de corta extensión, pero que originó una gran tertulia

Entre Rimbaud y Borchert

“Me ha costado y me ha gustado”

“Es que no hay nexos, no es descriptivo, no cuenta una historia”

“Al menos hay un orden cronológico. Algunos de los relatos ya habían sido publicados, pero en otro orden, conLa bodega en primer lugar, pues es la que justifica la obra”

“En ese relato dice que los prisioneros inician su ‘saison a l’enfer’. La inspiración confesa es esa obra de Rimbaud, tanto en su estructura, en ocho partes, como en el tema: transfigurar lo vivido para convertirlo en otra cosa. Recuerda mucho a Rimbaud, es una obra rimbodiana”

“También hay referencias a Baudelaire y Dante y una referencia explícita a Alberti, el reloj sobre el muerto”

Como Rimbaud, hace un esfuerzo por transfigurar lo sórdido, las experiencias trágicas”

Aparte de Rimbaud, a mí sólo me ha recordado a Wolfgang Borchert, un escritor que desertó en la Alemania nazi, es un poco más kafkiano, pero encuentro que tienen un talento literario similar”

“Yo os recomiendo sus ensayos sobre poesía, Tres ensayos de teoría, son muy interesantes, recuerdo que cita sobre todo a Friedrich Hölderlin”

Hallazgos poéticos

“Mi favorito es el número 8, Ahora y en la hora, una reflexión sobre la propia muerte”

“Y cómo quedan reducidos a una condición animal”

“Mi favorito es Pequeño Beethoven, sobre todo los párrafos finales, son deslumbrantes”

“Sí, pero todo el libro está repleto de hallazgos poéticos”

“En ese relato expresa su sentimiento de que la muerte ha elegido mal, ha elegido al políticamente inocente, en un paralelismo respecto a lo que sintió Alberti a la muerte de Lorca”

“Me pregunto qué quería lograr con el último relato, La casa, es muy distinto a los otros, el estilo es muy plano, nada poético”

“Es un intento por describir cómo descubre el mundo con ojos nuevos”

“Describe un remanso de paz, que tiene una correlación estética en un estilo limpio”

La tragedia de la dictadura

“Es una obra que hubiera merecido mayor eco, me pregunto por qué pidió que se publicara póstumamente”

“Yo creo que se debe a que sentía que había adoptado un papel poco gallardo, sentía un complejo por haber sido salvado por un falangista y haber seguido viviendo, quizá se sentía corrompido”

“Es la tragedia de la dictadura, que no somete sino que corrompe”


Todavía más sobre Piñer en:


lunes, 2 de mayo de 2011

10 de mayo: Tolstoi no ha muerto


“Hace 21 años, en 1985, la editorial Seix Barral, entonces dirigida por Mario Muchnik, publicó Vida y destino, de Vasili Grossman (...) Yo no tenía la menor idea de quién había sido Grossman, apenas se esbozaba la perestroika y empezaban a aparecer autores rusos hasta la fecha ignorados en Occidente, de modo que me enfrenté a la tarea con desconfianza”, recordó el escritor Horacio Vázquez-Rial, revisor de galeradas de aquella primera edición de la obra en España, en su comentario del libro Escritor en guerra. Vasili Grossman en el Ejército Rojo, la edición de los cuadernos de notas que el escritor ruso redactó durante la II Guerra Mundial mientras acompañaba al Ejército soviético. Hace tan sólo unos años, Gregorio Morán, en una sabatina intempestiva, pedía que Vida y destino se pusiera de nuevo en circulación "por el bien de la literatura". Y dos años después, Galaxia Gutemberg cogía el testigo y publicaba, ahora ya traducida del ruso, "la gran novela del sufrimiento humano del siglo XX", como la calificó el ensayista Xavier Antich en la presentación de esa segunda edición.

Escrita en los años 60, su autor no llegó a verla publicada en vida, la KGB confiscó los borradores, y sólo en los años ochenta se recuperó una copia del manuscrito y la novela se publicó fuera de la antigua Unión Soviética. Comparada con Guerra y Paz, la novela narra la historia de una familia rusa con el telón de fondo de la batalla de Stalingrado.

En el campo de concentración alemán, Mijaíl Sídorovich Mostovskói tuvo oportunidad, por vez primera después del Segundo Congreso del Kominterm, de aplicar su conocimiento de lenguas extranjeras. Antes de la guerra, cuando vivía en Leningrado, había tenido escasas ocasiones de hablar con extranjeros. Ahora recordaba los años de emigración que había pasado en Londres y en Suiza, donde él y otros camaradas revolucionarios hablaban, discutían, cantaban en muchas lenguas europeas.

Guardi, el sacerdote italiano que ocupaba el catre junto a Mostovskói, le había explicado que en el Lager vivían hombres de cincuenta y seis nacionalidades.

Las decenas de miles de habitantes de los barracones del campo compartían en mismo destino, el mismo color de tez, el mismo paso extenuado, la misma sopa a base de nabo y sucedáneo de sagú que los presos rusos llamaban “ojo de pescado”. Para las autoridades del campo, los prisioneros solo se distinguían por el numero y el color de la franja de tela que llevaban cosida a la chaqueta: roja para los prisioneros políticos, negra para los saboteadores, verde para los ladrones y asesinos.

Vasili Grossman, Vida y destino

Más sobre Grossman en:

lunes, 11 de abril de 2011

Sobre el 8 de marzo: Jean Paul Sartre


La charla sobre Las palabras, de Jean Paul Sartre, derivó en discusión sobre su figura y la de otros filósofos, como Nietzsche, que continúa en comentarios en este blog; también en una exposición sobre la vigencia del existencialismo y las corrientes filosóficas actualmente en boga.

Al estilo de Proust

“Intenta hacer un libro al estilo de Proust”

“Se ha dicho que parodia a Proust”

“Pero el estilo es muy diferente, no aparece, por ejemplo, la comparación típica de Proust”

“Que proviene del Homero de La Iliada

“El estilo es muy sencillo, nada aparatoso”

“El modo de rememorar tampoco tiene nada que ver”

Corto pero elaborado

“Pero a pesar de ser corto, es un libro muy elaborado, fue concebido 10 años antes”

“Es corto, pero también denso. Tiene muy pocos personajes”

“Es muy ambicioso, apenas tiene personajes o argumento”

“Es un libro difícil de hacer, hay que reconocerlo. Tuvo que ser muy duro. Dudo que tuviera esa profundidad que refleja a los 11 años”

“En realidad, me parece una elaboración de los recuerdos”

Ajuste de cuentas

“Tanto el título como los nombres de los capítulos tienen que ver con la literatura, dan pistas sobre lo que pretende: se cuenta la formación de un escritor puro, que vive alienado de la literatura”

“Es una ceremonia de adiós a la literatura por parte del propio Sartre”

“Un ajuste de cuentas con la literatura a la vez que se despide, un canto de cisne”

Escritor a su pesar

“Es un escritor a su pesar, reflexiona sobre ello en su obra”

“Apenas escribe literatura tras La edad de la razón

“Pero no olvidemos que era un filósofo”

“Dostoievksi es un escritor filosófico, pero que no sabía filosofar, no tenía la técnica, Sartre tenía la polivalencia para hacer ambas cosas”

Una lucha contra sí mismo

“¿No es algo exagerado coger un problema como el que él tenía y hacer un libro?”

“Pone al descubierto su génesis como escritor y descubre que no llega a ello por vocación”

“La falta de rebelión contra su padre se convierte en una lucha contra sí mismo”

“Esa lucha es algo que hacen todos los grandes pensadores”