lunes, 19 de marzo de 2018

El paseo, de Robert Walser: Miniatura

Por fin la lectura del mes trajo consigo una saludable división de opiniones, todos nos sentimos más o menos desorientados por El paseo, de Robert Walser, pero a algunos les importó más que a otros.

Irónico o insensato
“Me ha parecido un libro irónico”
“A mí, muy exagerado, inflado, insensato”
“Yo diría que es un Kafka desenfadado”
“Yo no lo veo ni surrealista, las situaciones que describe no lo son, es él, que las infla”
“Es también subversivo, irónico y subversivo. Por ejemplo, el cartel que describe de la hospedería, es una crítica de la moral burguesa”
“Para entenderlo hay que tener un sentido del humor que yo no tengo”
“Pues ofrece algunas pautas, justo a continuación de lo de la hospedería te encuentras una justificación del libro, que podría considerarse toda una teoría artística y literaria, cuando dice que no escribe para quienes están ansiosos de sensaciones y novedades sino para quienes disfrutan de la belleza de las repeticiones”
“Desde luego, justificarse lo hace mucho a lo largo del libro”
“Sí, todo el rato, el mismo paseo, todo el rato lo está justificando, en su paso por Hacienda se justifica con el funcionario… Es todo el libro así”
“Son justificaciones de escritor que lleva una vida disipada, que no sabe ganarse la vida”
“Forman parte de ese desenfado que decía”
“Si te doy la razón, se nota que se lo pasaba bien cuando escribía, pero a mí como lector no me entusiasma”
“Tú quieres una trama”
“Sí, soy de esos que dice que son como niños, ávidos de sensaciones”

Tono desenfado, fondo trágico
“El tono es desenfadado pero el fondo es trágico, esa vida de estrecheces que relata lo es, de artista que no encuentra su sitio en la sociedad, aunque la cuente como la cuenta, y al final confiesa que es desgraciado por un amor que no supo conservar, ¡y cómo se ensombrece todo cuando lo cuenta!”
“El protagonista es un inadaptado, un Aussenseiter
“La historia te parece más triste porque sabes que el autor acabó en un psiquiátrico. Dicen de él que fue el escritor que quiso desaparecer. ¿Sabéis que murió durante un paseo? Salió a pasear un día de nevada y lo encontraron muerto”
“Hoy en día es un escritor reputado, un tótem de la literatura alemana, no tan conocido como Thomas Mann, tampoco tuvo tanta producción. Su novela más famosa creo que es Jacob von Gunten
“Por aquí no es muy conocido, me ha extrañado ver que el libro ha alcanzado tantas ediciones”
“Es una edición muy cuidada, con una muy buena contra. Si la hubiera leído en la librería, seguro que me hubiera llamado la atención”
“Los pies de la portada, del paseante, son los de Walser, es una foto suya, curioso, ¿verdad? Y triste”

¿No lo entiendes? Yo tampoco
“A mí me ha costado años entrar. Lo tenía desde hace años y solo había leído unas pocas líneas y no me animaba a seguir. Ahora con la excusa de la tertulia lo he leído y estoy muy contenta, lo he disfrutado. Ves un librito, parece ligero, pero es una lectura densa, tiene un estilo muy especial, único”
“Utiliza recursos estilísticos que le dan ese aire cómico, hace enumeraciones continuamente, duplas innecesarias a lo largo de todo el libro, no sé qué figura literaria podría designarlo”
“Quizá no acabas de entender lo que cuenta, como ese personaje, Tomzack, es algo ominoso, que aparece a mitad de paseo y, que anuncia ese final, cuando todo se ensombrece”
“Sí, yo tampoco he entendido qué quería decir con ese personaje, pero disfrutas el libro igual”
“Me ha recordado Mrs Dalloway, un libro que tampoco conseguía terminar, también es el paseo es alguien que divaga, ambos siguen la técnica del flujo de conciencia, ¿no?”
“No, en este libro no hay flujo de conciencia. Es un relato con un narrador omnisciente”
“A mí me parece un libro muy alemán, en la línea de Peter Handke, parece que no traten nada pero tratan todo. En El miedo del portero al penalti hay esa divagación. Pero Handke es más abiertamente amargo”
“Anda, nunca hemos leído a Handke, tan polémico como ha sido, ya va siendo hora, ¿no?”