miércoles, 11 de noviembre de 2020

El cuento de la criada, Margaret Atwood: Nolite te bastardes carborundorum


La canadiense Margaret Atwood es una escritora muy prolífica de la cual ya habíamos comentado hace tiempo la genial El asesino ciego. Con tan buenas referencias no nos importó leer El cuento de la criada, que fue adaptada en el cine y en una serie para televisión que se ha hecho muy famosa y ha recibido numerosos premios. Lo cierto es que la novela gustó mucho y por muchas razones.

Adelantada a su tiempo

“Yo, en una primera lectura, había interpretado que El cuento de la criada era sobre todo una crítica a costumbres que, tal como se practican en ciertas partes del mundo, resultan denigrantes para la mujer. Pero en esta segunda lectura me pareció que la historia no se agota en esa visión estrecha de las cosas”

“A mí me pareció que el libro es una llamada a nuestras conciencias para que no permitamos ciertas actitudes”

“Es una autora con mucho oficio y una gran habilidad para tratar temas delicados”

“Yo diría que es mucho más que eso. Alguien con oficio escribe una buena novela de género. Margaret Atwood es una gran escritora, una de mis escritoras favoritas, bueno, de mis escritores favoritos, y si este libro se ha hecho tan famoso no es por casualidad”

“Es un libro que se adelantó a su época”

“Cierto. La novela se escribió en 1985 y resulta más actual hoy que entonces, supo adelantar el auge de cierto tipo de islamismo y de la extrema derecha, las amenazas a la democracia que hoy estamos viviendo”

“En ese sentido Atwood ha sido visionaria”

No importa el cómo sino el qué

“Hay algo que me llama especialmente la atención de la novela: que siendo de ciencia-ficción, o, bueno, una novela distópica, en la línea de 1984 o Un mundo feliz, solo dedica una página o dos a hablar de cómo se llega a la situación que describe. Y ni siquiera lo llega a explicar. Lo habitual en la ciencia-ficción son las explicaciones prolijas sobre el cómo, pero ella no se detiene en el cómo sino en el qué”

“Sí, al reflejar la cotidianidad va retratando el régimen”

“Estoy de acuerdo. Todo el libro es un hilo de pensamiento continuo y la voz de la sirvienta no chirría en ningún momento a pesar de que cambia de escenarios con frecuencia, al pasar su memoria a los tiempos en que aún Gilead no existía o a la época en que era adoctrinada por las Tías” 

“A mí me llaman la atención las descripciones, cómo se detiene en los objetos, la casa del comandante está descrita con una gran sensibilidad.”

“Justo, las descripciones. Este material sería tan diferente en otras manos... Una vez más, una mujer contando la intrahistoria”

“Yo lo considero literatura íntima, hay multitud de detalles y se pone el énfasis en la descripción del día a día”

“Y os fijasteis en que es una cotidianidad llena de hastío. Especialmente penoso es que a las mujeres no se les permita leer”

“Sí, de qué manera tan sutil muestra el aburrimiento de esas mujeres. A partir de detalles como esos acaba retratando una sociedad profundamente restrictiva e hipócrita”

“El papel de las mujeres en esa sociedad está especialmente restringido. Y si no fijaos en las actividades inútiles del quehacer cotidiano de Serena Joy, que se pasa la mayor parte del tiempo dedicándose al jardín o a coser”

“Pero, cuidado con Serena, mirad cómo maniobra provocando por ejemplo la relación entre el chófer y la criada, Offred, que capta perfectamente el poder que tiene Serena y la va describiendo con muchos matices, es un personaje muy rico” 

“Me gusta especialmente cómo recuerda a su madre, una feminista que en Gilead sería considerada una no mujer, se aprecia el hastío o la vergüenza que le provocaba la lucha feminista de su madre cuando era joven. Es una relación llena de matices, llena de verdad. De hecho me recuerda la relación que yo misma tengo con mi madre”

“También es importante, aunque salga poco, el personaje de Moira, la chica que planta cara al régimen y, claro, acaba mal”

“Sí, qué diferente su actitud frente a la de Offred, que representa el poder de la resistencia callada, que acaba venciendo”

Jugar al Scrabble, perversión refinada

“Al comandante lo pinta muy consciente de las limitaciones a las que someten a las mujeres. Si no, ¿por qué ofrece a Offred jugar al Scrabble? Han impedido leer a las mujeres y le da a su criada la posibilidad de jugar con letras, convertir algo tan inocente como ese juego en algo perverso… Es increíble lo que consigue Atwood”

“Además, está preocupado por las consecuencias de limitar así a las mujeres. Quiere indagar. Claramente incita a Offred a darle sus opiniones para que así le explique sus críticas al sistema, tentación en la que la criada de ningún modo puede caer”

“La relación del comandante con Offred sirve para explicar el régimen”

“Es una relación asimétrica. En un lado de la ecuación tenemos a una mujer aún joven pero en manos de un viejo con poder, pero que tampoco se retrata como un malvado sin matices, de nuevo un personaje muy bien delineado”

“No he visto la serie que HBO, pero me imagino que la relación entre ellos dos es muy diferente solo por el hecho de haber escogido a un actor joven para interpretar lo que en el libro es un anciano. Espero que Elisabeth Moss, que conozco de Mad Med, haya sabido darle a su actuación todos los matices que requiere el personaje”

“Creo que HBO ya va por la tercera temporada en su teleserie, siempre con el protagonismo de Moss. Por su parte Atwood ha escrito un segundo libro ambientado en Gilead, Los testamentos, pero Offred no aparece en esa historia. Ni siquiera como personaje secundario por lo que me parece que esta secuela poco tiene que ver con las televisivas”

“No obstante es sabido que Atwood ha sido contratado por HBO para asesorar a los guionistas”

“Uy, Offred no sale en Los testamentos pero está muy presente, no os lo quiero reventar, si no lo habéis acabado, pero tengo que deciros algo sobre el libro. Aunque me ha gustado mucho menos, reconozco la genialidad de escoger la narradora que escoge. Yo no creo que tuviera un plan para la segunda novela, seguro que la escribió por el éxito de la serie, pero estoy segura de que si no había plan, lo que sí que hubo fue una relectura de la primera novela para ver si podía escoger a la narradora que tenía en mente. A esa narradora ya la conocemos de la primera parte pero solo a partir de lo que recuerda Offred. Y si relees El cuento de la criada todo encaja, el personaje se aguanta, ¡no chirría en ningún momento! Es sorprendente. Bueno, ya me lo diréis vosotros si lo leéis”