sábado, 28 de septiembre de 2019

El primer hombre de Roma, Colleen McCullough: Siete veces cónsul

Si hiciésemos como los romanos que dividían los días entre fastos (¿afortunados?) y nefastos tendríamos que decir que sin duda el 10 de septiembre, día de la tertulia, fue nefasto, y mejor no dar más detalles. Y dicho esto, vamos sin más preámbulo a desglosar lo más importante que se trató en la reunión dedicada a El primer hombre de Roma, de Colleen McCullough.

Libro muy largo
“Yo he encontrado interesante el libro pero muy largo. En realidad no he podido acabarlo, aunque por suerte ya lo había leído antes, una vez, hace muchos años”
“Sí, sí, es largo. Sin discusión. Yo decía siempre que eran 700 páginas, que ya son muchas, pero eran 700 páginas según mi e-book. Luego, durante este mes, me he enterado de que en formato papel ocupa más de 1000 páginas”
“En la edición que yo tengo, que es formato papel, ocupa 800 paginas, pero es cierto que la letra es pequeñísima. La verdad es que propones unos libros que son verdaderos tochos. Reconozco que este libro en concreto puede ser interesante para aquellos a quienes les interese la historia de Roma, como yo mismo. Pero para alguien que no esté interesado es un poco temerario hacerle leer un libro de 800 páginas”

Ocho tomos
“A mí me pareció un libro interesante por lo meticuloso de su estudio. Se nota que la escritora ha leído mucho, que se ha documentado acerca de todos los temas y que el texto da una impresión de naturalidad notable. Se ve perfectamente que la autora conoce las fuentes latinas a fondo”
“Sí, sobre esto hay un dato interesante. Gracias a los méritos de su saga sobre Roma a la autora le concedieron un doctorado honorifico en Historia Antigua”
“¿Por qué universidad?”
“Pues aunque lo he buscado por Internet la verdad es que ese dato no lo he encontrado. Todos copian el texto de la Wikipedia, que no lo especifica”
“Encuentro interesante lo mucho que este libro tiene de estudio histórico. Es el primero de una saga de siete tomos que explican la historia de Roma desde Cayo Mario hasta el nacimiento del imperio romano. Lo que pasa es que en lugar de escribir una sesuda obra académica Colleen McCullough prefirió trabajar en una serie de novelas”
“Cada libro añade además varios dibujos de la autora: los más destacados, una serie de bustos romanos que McCullough reproduce y que propone como las caras de los protagonistas de su historia, McCullough también añade mapas dibujados por ella y esquemas donde se puede ver, entre otras cosas, cómo era, por ejemplo, la ciudad de Alejandría. Además, al final de cada volumen (excepto en el último) hay un índice de palabras clave y un epílogo en el que la autora explica algunas curiosidades sobre cómo escribió cada libro y por qué a veces la historia que ella reconstruye no coincide con la que se explica en la universidad. En los primeros volúmenes muchas discusiones históricas se explican en el índice. En los últimos el índice sólo es un glosario de palabras romanas que no tienen una traducción exacta en los idiomas de hoy en día”
“Y por  cierto, hablando del último libro, el dedicado a Antonio y Cleopatra. He de decir que allí la prosa es muy mala, el estilo decae mucho. La lectura se hace larguísima y el hecho de que sean casi 700 páginas, una extensión similar a los otros seis libros de la saga, perjudica a este último tomo porque lo hace interminable”
“Sí, ya me fije, cuando hace años leí la obra, que ese libro en concreto tiene un redactado pésimo. Me pregunto por qué será”
“Bueno, yo para mí tengo que convencieron a la autora para que escribiera sobre un periodo que en realidad no le interesaba. A ella le gustan Cayo Mario y sobre todo Cesar, se nota mientras lees. También le gusta Sila, aunque menos, pero este último libro está dedicado sobre todo a Octavio Augusto, que más bien le resulta antipático y ya se notaba eso en El caballo de Cesar, y a Marco Antonio que aún le cae peor. Yo creo que eso hace que esa novela no tenga vitalidad”

Personajes históricos y personajes inventados
“En cambio el estilo de este primer libro es muy vívido y fácil de leer”
“No estoy de acuerdo. Para mí no pasa de ser un texto correcto, que no resalta por sus cualidades positivas. Y es que los libros históricos tienen la ventaja de que los personajes te vienen dados, no tienes que inventarlos, sólo hacerlos creíbles, pero el estilo  literario puede ser rompedor o continuista y para mí McCullough es de estos últimos”
“Pero no todos los personajes del libro te vienen dados. Sin ir más lejos, en este mismo volumen la autora añade un personaje que resulta muy importante para la trama. Es, podríamos decir, uno de los personajes principales. En definitiva, el caso es que el personaje de Julilla fue inventado por McCullough”
“Pero es que Julilla no es uno de los personajes principales”
“¿Y cuáles serían, según tú, los personajes principales?”
“Cayo Mario y Sila”
“Sí, claro, pero bueno para mi Julilla también es uno de los personajes importantes de la trama, porque como la autora explica en el índice, la hipótesis de que Mario y Sila pudieran ser parientes explicaría que Mario se fije en él y lo convierta en su segundo al mando a pesar de que Sila era más de veinte años más joven y no tenía experiencia militar”
“Bueno, puede ser…”
“McCulloug explica que de todos los historiadores romanos sólo a uno se le ocurrió citar que la primera mujer de Sila había sido una Julia…”
“Entonces el personaje de Julilla no es inventado”
“Bueno, la autora maneja a Julilla sin tener más datos”
“Pero si la había citado el historiador romano no es un personaje inventado”
“Bueno, yo diría que es una hipótesis, lo que la historia nos dice, si afinamos mucho, es que Sila estuvo casado con una Julia pero no habla ni de cómo era ni qué edad tenía ni si fue feliz o desgraciada. Todo eso se lo inventa McCullough. Si lo hace de una manera interesante o no eso ya lo decidirá cada uno al leer el libro. En cuestión de gustos el veredicto es siempre individual”