martes, 27 de febrero de 2018

Milenio Negro, J.G.Ballard: Adiós utopía, hola distopía

Como siempre que se habla de J. G. Ballard, en la tertulia planeó la sombra de Crash, su obra más conocida y aclamada, por méritos propios, como nos advertía el novelante que planteó la lectura del mes. Ello no fue un obstáculo para que los asistentes encontrásemos en la obra que finalmente se propuso, Milenio negro, muchos méritos propios.

 De la ciencia ficción a la distopía
“Ballard empezó su carrera publicando en revistas de ciencia ficción aunque los suyos eran relatos que sólo penosamente encajaban en ese género. Sus historias eran más bien cortas para lo que suele ser habitual en el género y casi todas ellas solían plantear desastres ecológicos”
“En una entrevista el mismo autor explicaba que decidió dejar de lado la ciencia ficción para centrarse en relatos más contemporáneos, ambientados en nuestra sociedad, sin dejar por ello de ser ficción”
“Se decanta por cultivar el género de la distopía, entendida ésta como un intento de plantear un escenario fundamentalmente negativo. En sus obras se plantea un mundo muy parecido al nuestro pero no exactamente igual”
“No le importa cambiar los datos que haga falta para que estos sean coherentes con la perspectiva que quiera adoptar. Así pasa por ejemplo en El imperio del sol, donde  explica una parte de su infancia (que pasó en un campo de prisioneros japonés) pero cambiando algunos detalles de gran importancia (por ejemplo, se sabe con certeza que en la realidad no fue separado de sus padres, mientras que en el libro se cuenta como si así hubiese sido)”

Ballard, visionario
“El título del libro en español no es la traducción literal del original (Mileniun people, gente del milenio), pero considero que el que le pusieron es muy correcto y adecuado, aparte de que puede ayudar a que se vendan más ejemplares”
“A mí me ha parecido una obra visionaria. Ballard supo adelantar movimientos como el 15-M u Ocuppy Wall Street al explicar por qué las clases medias de los países del “primer mundo” se rebelarán contra la autoridad constituida y porque esta rebelión acabará fracasando. Me sorprende que no se citara esta novela al iniciarse estos movimientos”
“Posiblemente haya sido así porque Ballard es una persona muy escéptica, en sus obras no llama a la acción, no es un activista. El gran referente de estos movimiento es el Indignaos de Hessel”
“El libro de este mes es un intento muy meritorio de tratar, a través de la ficción, problemas sociológicos contemporáneos  y en ese sentido me parece que se complementa perfectamente con los cuentos de El número 11 escritos por Jonathan Coe, que comentamos hace un par de meses”
 “A mí me hubiese gustado proponer Crash, pero me pareció que era una lectura un poco escabrosa y por lo tanto me decanté por Milenio negro
“Yo no he leído Crash, solo vi la película que me gustó mucho y ahora que he leído a Ballard veo que tiene mucho en común con el director de la película, Cronenberg”
“Ballard quedó muy satisfecho con la adaptación”

El autor y su quehacer literario 
 “Milenio negro está lleno de personajes bien trazados, Sally, Vera, Kay Churchill, el cura terrorista,  el doctor Gold...”
“A mí me despistó Gold, me interesaba la revolución de las clases medias encabezada por Kay Churchill y no acabé de entender por qué luego todo deriva hacia el psicólogo, que me parece un loco peligroso”
“A mí me pareció más interesante el personaje de Kay”
“El protagonista, David, es desconcertante, no se define de manera unívoca, en realidad es muy difícil decir que piensa acerca de las cosas que le pasan”
 “Tanto en Crash como en Milenio negro se traza una relación de dependencia/aprendizaje entre un “maestro” (el doctor Gold en Milenio negro, Bogan en Crash) y un discípulo (David en Milenio negro, Ballard mismo en Crash)”
“Yo encuentro otras semejanzas entre Crash y la novela que comentamos, temas coincidentes”
“Trata los mismos temas en estas obras y otras, como La isla de cemento. Lo que quiero decir con esto es que Ballard es un escritor coherente con sus ideas, que se van reflejando en todas sus obras”
“Un tema que es casi obsesión en el autor es el de la relación del hombre con las máquinas que le rodean, una relación que se va haciendo casi simbiótica. En el libro de este mes este tema en concreto se trata a través de la historia y las reacciones de la novia del protagonista, Sally, accidentada y parcialmente lisiada. En Crash ese tema es el central de la obra y en La isla de cemento se habla de cómo las circunstancias “encierran” a alguien en una zona aislada en el arcén de una autopista, lo que le obliga a crear un ecosistema local en su entorno”
“Siendo evidente que los temas que trata Ballard se suelen repetir de un libro al siguiente, podría decirse que leer al autor es estudiar su peculiar visión de esos temas; yo lo recomiendo encarecidamente”