Un clásico ruso
“Me ha encantado este libro, hacía tiempo que no leía algo tan bueno. Me ha divertido mucho”
“Es una novela muy divertida. Lo más extraño es el final. Parece moralista. No te esperas un final tan rastrero para el protagonista”
“Sí, el pícaro, Ostap Bénder, es un personaje increíble. Al final parece que lo asesina Vorobiáninov, pero si hay una segunda novela que protagoniza, no puede ser entonces que hay logrado matarlo”
“El becerro de oro. Me gustaría mucho leerlo, pero supongo que es aún más difícil de encontrar que este”
“Me costó conseguirlo porque no se podía comprar y estaba en muy pocas bibliotecas. Tuve que ir una de Poble Nou. Cuando fui a buscarlo, no estaba en su sitio, lo tenían detrás del mostrador, yo sospecho que lo habían retirado y que al cogerlo, lo salvé del expurgo. ¡Eso me gusta pensar!”
“Aquí no se encuentra fácilmente, pero es una novela muy famosa en Rusia, a mí me la recomendó una profesora rusa”
“Es un humor muy salvaje, que estaba de moda en los años 20 en Rusia. He visto cortos rusos de aquella época, mudos, y tienen un humor parecido y la misma picaresca”
La NEP
“Está ambientado en una época que no sabía que había existido, al comenzar a leerla me sorprendió que en la Rusia revolucionaria hubiera burgueses, iniciativa privada, no sabía que Lenin había propiciado esa apertura”
“Sí, es la NEP de Lenin, la Nueva Política Económica, que se acabó con Stalin”
“Llegó la represión”
“Bueno, se ha exagerado la represión, no es cierto que hubiera 60 millones de deportaciones, como decían Robert Conquest o Solzhenitsyn. Tampoco es cierto que la colectivización agraria fuera un fracaso”
“Este libro, en concreto, estuvo prohibido hasta tres años después de la muerte de Stalin, pero los rusos siguieron leyéndolo en ediciones antiguas. Hoy en día es un clásico”
“Qué pena que no sea más conocido aquí. Me resulta curioso haber leído tanta novela rusa y encontrarme ahora con esta novela, reconozco el carácter ruso, pero nunca me lo habían contado así”
Autoría compartida
“Es una demostración de que el mejor humor se hace al alimón. Solo hay que ver los monólogos. Pero no es lo mismo, porque aquí se trata de una novela, el esfuerzo es mucho mayor, requiere mucha coherencia, compenetración de los autores. Eran los dos de Odesa, ¿no?”
“Sí, pero se conocieron en Moscú, no se conocían de Odesa”
“Eran periodistas, ¿verdad?”
“Uno de ellos creo que llegó a trabajar en Pravda”
“Se nota que eran periodistas por el capítulo ambientado en la redacción de un periódico, lo disfruté”
“¡Cómo tenían que pelearse por los espacios!”
“Qué risa, con el pobre hombre de la sección de ajedrez, que cada vez tiene menos espacio y al final no se publica, o aquel otro que iba vendiendo la misma colaboración a todas las secciones pero nunca la cobraba. Y cómo cuentan el retoque de las fotos, las ilustraciones…”
“Es de los capítulos mejores”
Los mejores capítulos
“Todo el libro es muy divertido, pero hay capítulos que lo son especialmente. A mí me encantó el del ingeniero que se queda en la calle desnudo y acaba desesperado diciendo “Solo había una solución, morir”
“El capítulo de su mujer, Élochka, la caníbal, también es muy divertido. Tiene un comienzo genial, con ese vocabulario de 30 palabras que le sirve para todo”
“Y que cuando reaparece al final del libro sigue usando y enseguida la reconoces y te partes de risa, es un personaje genial y muy contemporáneo. ¡Retrata a las instagramers de moda!”
“El libro está lleno de personajes así, son caricaturas, pero tan bien hechas… Son personajes redondos, van apareciendo, dicen dos palabras y es que los estás viendo”
“¿Os habéis fijado que cuanto más mala fe tiene el personaje, el cura, el dueño de la residencia..., más insisten en su cara de bondad?”
“Otro capítulo muy bueno es de la Unión de la espada y el arado, que va apareciendo a lo largo del libro, qué bien caracterizados están todos, qué miedo tienen todos”
“El cerrajero aristócrata es impagable”
“Y Kisliarski también es buenísimo”
“Sí, en este capítulo se refleja el clima que había en aquella época, el temor soterrado de los aristócratas y los burgueses”
“Qué risa cuando se ponen a repartirse los cargos de la Rusia postrevolucionaria”
“Para mí el mejor capítulo es de la subasta”
“No es tan divertido”
“Pero es cuando se precipitan los acontecimientos”
“Tienes razón y el capítulo de antes es el que propicia el desastre de la subasta. Con ese don Juan y el clima español-exótico, vaya imagen tenían de España, ¿no? Es forzado, para justificar lo que pasa en la subasta, pero aun así es de los más divertidos”
Tipos de humor
“Es buenísimo este libro, cuánto me he reído, me ha salvado el verano. Cómo me gustaría que fuera más conocido. Si lo leíste hace años, ¿cómo es que no lo habías recomendado hasta ahora?”
“Uy, pero si ni siquiera me atrevo a recomendar La conjura de los necios...”
“Cómo me gusta que menciones ese libro. Ambos son de humor, pero son tan diferentes... En La conjura de los necios el humor es tan amargo, aquí es todo lo contrario. Vives en medio de las comodidades y no eres más que un desgraciado”
“Sí, en el fondo La conjura de los necios es la historia de un niño pijo”
“Exacto, la vida real ya es suficientemente triste, para qué amargársela más. Qué contraste con esta novela. Hay pobreza, penalidades, pero el trasfondo siempre es optimista, y se te contagia esa alegría, la alegría de vivir”
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