“Está muy bien escrito”. Así venía recomendado por un exigente novelante el libro del mes: Victus, de Albert Sánchez Piñol. Las expectativas eran muy altas. Y no defraudó.
Por fin
“Me ha enganchado y me ha gustado mucho, y eso que iba con expectativas porque habías dicho que está muy bien escrito, pero, si no llegas a recomendarlo, no lo hubiera leído porque me parecía muy oportunista”
“Sí, había el peligro de que se considerara oportunista, pero es todo lo contrario, lo extraño es que no hubiera surgido una novela así antes, porque la Guerra de Sucesión fue muy importante, lo que pasa es que, como se dice en el propio libro, por aquel entonces no existía la leva, con lo que no hubo tantas bajas como en guerras posteriores. Por otro lado, el conflicto no fue tan descarnado como el de la Guerra de los 30 años, no era religioso, sino sucesorio”
“Yo tenía una visión completamente diferente”
“La historiografía española la ha silenciado por motivos obvios, pero lo sorprendente es que desde el lado catalán no se hubiera ya escrito esta novela antes. Por fin alguien lo ha hecho”
“El propio libro hace referencia al autor de las Narraciones históricas, Castellví, que no vio publicada su obra en vida, y de hecho estuvo perdida hasta el siglo XIX, seguramente ha sido la base de esta novela”
Estructura y punto de vista
“La primera parte, la de aprendizaje, me recuerda al Julien Sorel del Rojo y Negro de Stendhal. En la segunda, la descripción de Barcelona, a Los Miserables de Víctor Hugo”
“Encuentro descompensadas esas dos partes del libro”
“A mí no me lo parece, es una novela muy bien estructurada”
“No es que me disguste, ambas partes me gustan mucho, pero son tan diferentes… En la primera aprendes muchísimo, es un lujo que se cuente de forma tan amena el cambio en las fortificaciones, pero hay tan pocos personajes y está tan desarrollado… Y la segunda parte es una novela coral, cuenta algo muy grande y todo sucede muy aprisa. Yo creo que otro autor hubiera acortado la primera parte”
“Y seguramente se habría equivocado, la primera parte explica al protagonista y cómo puede contar lo que cuenta con tantos conocimientos. Es un gran acierto haber optado por un ingeniero militar como narrador de una novela bélica”
“Sí, tienes razón. Yo creo que se llevó una alegría cuando encontró este personaje histórico como narrador”
“A mí me molesta a veces que lo veo un poco pasado de vueltas”
“Sí. ¿Y esas salidas de tono con Wartraud? Esa relación tan tirante resulta chocante”
“Son reacciones de viejo amargado”
“Lo entiendo, pero están insertadas de una manera muy violenta, me falta algo de ambiente para situarlas”
“Es cierto, debería haberlo cuidado un poco más, así hubiera redondeado la novela, en La caída, de Albert Camus, sucede algo parecido, también hay un narrador anciano desde un país extranjero, pero algo sí que sientes Amsterdam y además es una novela más corta, por lo que no queda descompensado”
Cambio de registro
“A mí me gustó mucho La pell freda. Pandora en el Congo ya no tanto y me quedé con las ganas de leer Pallasos i monstres. Victus devuelve al mejor Sánchez Piñol y en un cambio de registro total, es una novela histórica muy bien documentada, yo no viví la Barcelona de hace tres siglos, pero aun así me lo parece, ha mamado la época, se nota”
“Sí, y no solo se trata de batallas, sino también de intrahistoria y episodios anecdóticos pero conmovedores, muy emocionantes”
“Echo en falta una bibliografía de la obra consultada”
“Ya, pero esto es una novela, ¿es necesario?”
“Sí, tienes razón. Cuenta la historia de una manera muy vívida, es increíble cómo condensa la guerra de sucesión en un solo capítulo, y con qué gracia”
“Más que un alegato en favor de la independencia, me parece un retrato fiel de la burguesía catalana y su doble juego. Lo encuentro muy oportuno. Pero es que además es de lo mejor que he leído en los últimos tiempos y no hablo solo de aquí. Ahora tengo ganas de leer Canadá, de Richard Ford, pero no creo que me guste más que esta novela”
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